La polémica por los símbolos religiosos llegará a los tribunales. Los padres del colegio público Macías Picavea de Valladolid iniciaron ayer los trámites para presentar una demanda judicial encaminada a obligar a la Administración a retirar los crucifijos de las aulas.
Tras el silencio administrativo de la Junta de Castilla y León al recurso de alzada interpuesto el pasado 20 de enero, un grupo de padres y la Asociación Cultural Escuela Laica acordaron seguir la vía judicial.
Los padres avalaron su petición en el dictamen del Procurador del Común -figura que en Castilla y León equivale al Defensor del Pueblo- en el que se afirma que los símbolos religiosos deben retirarse de los centros educativos siempre que haya alguna familia que lo solicite de forma expresa. Sin embargo, la Junta de Castilla y León dejó esta responsabilidad en manos del consejo escolar del colegio de educación primaria, que optó hace varios meses por mantener los elementos ornamentales que históricamente cuelgan en las clases.