DEJA LA MITRA POR LA POLÍTICA

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Religión Digital

El Papa Benedicto XVI aceptó este martes la renuncia como Obispo de la diócesis de Puerto Iguazú a Mons. Joaquín Piña Batllevell, SJ, quien recientemente desató una fuerte controversia al formar y liderar una coalición política independiente para reemplazar al polémico actual gobernador de la provincia de Misiones (Argentina).

El Pontífice aceptó la renuncia de Mons. Piña por límite de edad ?el Obispo había cumplido los 75 años el 25 de mayo de 2005- y designó como nuevo Obispo de esa diócesis al presbítero Marcelo Martorell, de 61 años, actualmente párroco del Corazón Eucarístico de Jesús, en la ciudad de Córdoba.

Hasta la asunción del nuevo obispo, el Santo Padre designó como Administrador Apostólico de Puerto Iguazú a Mons. Domingo Salvador Castagna, Arzobispo de Corrientes, de tal manera que Mons. Piña queda sin vínculo formal con la diócesis, aunque aún, como Obispo, permanece bajo las normas canónicas que se aplican a los clérigos respecto de su participación política.
Monseñor Martorell será el segundo obispo diocesano de Puerto Iguazú, luego de que Mons. Joaquín Piña estuviera al frente del gobierno pastoral de esta sede durante poco más de 20 años, del 16 de agosto de 1986 hasta hoy, 3 de octubre de 2006.

Este fin de semana en Eldorado se proclamaría formalmente la candidatura de Piña por el Frente Unidos por la Dignidad, una coalición conformada por peronistas, radicales y partidos menores que busca frenar el intento reeleccionista del gobernador. El obispo puso como condición para aceptar que «no esté la gente de la vieja política. Debe estar integrada ?le dijo a Clarín? por gente honesta y los nombres que me han mencionado hasta ahora reúnen esa condición».

Tras señalar que «el 29 de octubre se juega el futuro de la democracia en Misiones», Piña señaló que recibió el apoyo de otras iglesias y de la comunidad judía. «Me siento muy respaldado», dijo. El religioso, que trabaja en la zona más pobre de la provincia desde hace 20 años, sostuvo que «hay cosas que me obligan a ser candidato. Creo que hace falta una respuesta para poner freno a la pretensión hegemónica».