«No logo» es el título de un libro de la escritora canadiense Naomí Klein. En el se repasa el poder creciente y desmesurado que las marcas tienen sobre nuestra vida, como un paso más hacia el progresivo control de las grandes multinacionales sobre nuestro consumo. Esta mañana, en el mercado de Va-o-Peso de Belém, había multitud de oferentes y ninguna marca. O lo que es lo mismo, una gran biodiversidad de productos y un poder absolutamente repartido. El triunfo de la economía y la cultura local sobre la uniformidad que imponen los modernos sistemas de producción y distribución a gran escala en los países capitalistas avanzados, donde todo es igual y lo producen muy pocas empresas.
Eso es un Foro Social Mundial, el triunfo y la reivindicación de la diversidad como seña de identidad de la humanidad. Y por eso, la madre Naturaleza ha querido estar presente en la marcha inaugural con el mayor regalo que podía darnos: ¡¡ agua a cántaros !!. Apenas han comenzado a andar las miles y miles de personas, el agua que todos los días el Sol eleva a la atmósfera se ha dejado caer de golpe y nos ha purificado de la cabeza a los pies, atravesando nuestras ropas de papel y corriendo como pequeños arroyos sobre nuestra piel. Una verdadera metáfora de cercanía y de contacto de placer entre lo humano y la verdadera vida, esa que va más allá de ver la lluvia tras el cristal de la ventana, para salir a la calle, mezclarse y echarse en brazos de todos los sentidos y de los buenos sentimientos.
El hecho es que en Belem todos los días entre las 4 y 5 de la tarde llueve. Y cuando la lluvia aparece de forma abrupta y nos riega generosamente, las y los brasileños, hegemónicos en esta manifestación, están acostumbrados a ella y la aguantan incluso con alborozo. Las chicas se descalzan, los jóvenes se quitan las camisetas, los campesinos de los Movimientos sin tierra ni se inmutan, y los sindicalistas y las sindicalistas siguen andando y bailando samba como si tal cosa, al ritmo de lo que en España conocemos como batucadas, pero que en Brasil tienen un ritmo, más dulce, menos duro y más alegre, que nos recuerdan las escolas de samba de carnaval.
Este carnaval reivindicativo y luchador es el inicio del FSM 2009 en le que los Brasileños, a miles, reivindican con alegría, no paran de andar rítmicamente y gritan constantemente consignas. Nos miran a los extranjeros con sonrisas, nos dan la bienvenida, nos preguntan de donde somos y nos dirigen palabras amables o dulces sonrisas cuando admiramos su reivindicativa y sensual danza. La Amazonía se ha volcado: todos los estados amazónicos han vomitado miles de estudiante a Belem. Los pueblos indígenas recorren la manifestación con sus plumajes y pinturas, bajo una lluvia con la que conviven y que en estos climas se puede soportar muy fácilmente sin ropa. Pasan orgullosos y en silencio entre los manifestantes y siguen su paso demostrando que existen y que aun no han sido liquidados.
Brasil en estado puro le canta al mundo y nos hace vivir a los europeos, africanos y japoneses presentes un momento inolvidable. Son capaces de echarle en cara al capitalismo su destrucción del medio ambiente, su rapiña y su belicosidad, con música, alegría y baile. La samba altermundista tiene que atronar en Davos y su cadencia derretir las nieves en las que habitan estos días hombres y mujeres helados y sin sentimientos ni vergüenza; y frente a ellos, la dignidad del indio desnudo y la sonrisa de la juventud amazónica y de los europeos o americanos solidarios y viajeros del otro mundo posible.
La gente de Attac, con presencia de alemanes, franceses, japoneses, chilenos y españoles, caminamos admirados junto a los diversos grupos de brasileiros. Hemos de reconocer que hemos sido actores y espectadores a la vez y que jamás habíamos aguantado tanta agua en nuestra vida, si bien nos decían a cada poco que pronto escamparía: y efectivamente, tras hora y media de lluvia tropical, salió el sol. Y allí hemos estado, caminado juntos y charlando con Ignacio Ramonet. Hemos hablado de sus nuevas ideas sobre Le Monde Diplomatique edición española, así como del futuro de los Foros y de la necesidad de un nuevo impulso al movimiento de los movimientos; y sobre todo de impulsar movilizaciones concretas. Porque mucha gente aquí y desde aquí vemos el peligro de que esto se acabe convirtiendo en una gran feria de muestras altermundista. Por eso entendemos que hay que propiciar movilizaciones y propuestas concretas como la que se está planteando para el 28 de marzo como una movilización planetaria contra las salidas neoliberales a la crisis global del capitalismo.