Crónica atípica de la Convención Bautista -- Máximo García Ruiz

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Lupa Protestante

Los bautistas, la UEBE, han celebrado su 56 Convención en Gandia-Playa. La UEBE es mi familia denominacional y a ella le he dedicado lo más granado de mi vida. Una convención es como meterte en un bosque tupido en el que la densidad de los árboles te impide ver las estrellas, y contemplar el sol, y sentir la brisa de la mañana sobre tu rostro. Todo es convención.

Unos caminan por los pasillos despacio, todo el tiempo es suyo, no tienen otra cosa que hacer aparte de escuchar y buscar conversaciones furtivas; otros los recorren con prisa, con la cartera o con un montón de papeles en las manos, mirando al suelo o al techo para no encontrase con la mirada de tantos que buscan cruzar unas palabras con ellos; son los ?jefes?? (les entiendo y siento conmiseración por ellos recordando tantas convenciones en las que me tocó jugar ese mismo papel). Algunos lo saben todo, otros acumulan ignorancia un año sobre otro. Bertrand Russell decía que ?el problema del mundo es que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas??. Yo creo que tenía mucha razón.

?sta ha sido la convención de la ?adaptación al siglo XXI??. Una adaptación, un parto largo, que fue concebido hace ocho años y que, convención tras convención, incluida una conferencia de pastores y representantes especialmente dedicada al tema, se ha venido aplazando sin tomar decisiones, devolviéndose a los corrales como los malos toros de lidia y que, ¡por fin! ha sido aprobado y puesto en macha felizmente en esta asamblea nacional. Los bautistas viven cíclicamente el síndrome de las reformas constitucionales y reglamentarias; les duran apenas una década sin retoques, o dos en el mejor de los casos. Bien está si para bien resulta. Con la reforma de ahora (?adaptación al siglo XXI??) se vuelven a recuperar en buena medida algunas de las cosas de la Constitución de 1970 que fueron echadas al cubo de la basura por anticuadas en la reforma de 1989. Lo curioso es que se ponen en marcha con el convencimiento de que se trata de nuevos descubrimientos. Pero hay, también, otras novedades valiosas. Así es la vida, damos unos pasos hacia adelante y otros hacia atrás; no importa, lo realmente importante es que avancemos.

El énfasis de esta convención ha sido la obra social. Ahí si que hay renovación y energía. Un líder joven, Daniel Banyuls, de esos que si no te fijas bien, te pueden pasar desapercibidos, con más cerebro que fachada, con corazón y con ideas frescas, con un magnífico equipo que le acompaña, ha puesto en marcha ABSIDE1, Fundación que aglutinará toda la obra social de la UEBE, revestida de unos objetivos y un lenguaje que, eso sí, está totalmente adaptado al siglo veintiuno. A Banyuls le queda un largo camino por recorrer. Dejará huella. No hay que perderle de vista. Hay que estar atentos.

Ojalá la UEBE encuentre pronto líderes semejantes para renovar y adaptar a los nuevos tiempos que corren y con un lenguaje inteligible para las nuevas generaciones otros ministerios básicos (ahora se les llama troncales) de la Unión que han ido perdiendo mordiente por el camino de tanto repetirse a sí mismos. Haberlos los hay, lo que ocurre es que cuesta trabajo abrirse paso (el eterno problema de la selección de las especies). Daremos un solo nombre: Susi Mefford. Una mujer madura pero joven, una buena formación y muchas ganas de trabajar; talento y capacidad de liderazgo. Ahí está, en el banquillo. Apuntar su nombre, tiene mucho que ofrecer. Hay otros más, mujeres sobre todo, a ver si se les abren los espacios.

No han faltado las placas. Aquella genial idea de Valentín Cueva puesta en marcha en la década de los 70 de reconocer a los pastores que llegan a la edad de jubilación, ha sido respetada y mantenida. Y aún mejorada, incluyendo a otras personas de ?notorio arraigo??, en este caso Frances Soria y esposa. Las nuevas iglesias admitidas también reciben su placa.

Esto de las placas trajo a mi mente recuerdos de hace 20 años, convención del centenario de la iglesia de Valencia. Fin de un ciclo en mi vida de casi dos décadas, en las que dejé mi piel a tiras al servicio de la Unión, en casi todos los departamentos y agencias, sin faltar la presidencia pero, especialmente, desarrollando e impulsado el ministerio de misiones y evangelización de la Convención, mientras me ganaba la vida con un trabajo secular. Una placa que a mí se me antojaba de reconocimiento y homenaje y que en realidad lo era de jubilación anticipada ¡con 50 años de edad! Tuve que buscar otros territorios en los que invertir mis energías. ¡Un lujo para una organización a la que no le sobran los recursos humanos! ¡Ojo! Hay que abrir espacios para dar cabida a los nuevos valores, pero no desaprovechemos a quienes, sin importar la edad, pueden seguir haciendo aportaciones valiosas. ¡Lección aprendida! En esta convención se ha recuperado al pastor-misionero jubilado, Julio Díaz Sánchez, 71 años, y ya está preparando las maletas para ir a Guinea Ecuatorial a destilar la experiencia acumulada y reforzar el servicio a los guineanos.

Los líderes de la UEBE deberían mantener abiertos los oídos a las voces que se oyen en la Convención, especialmente ahora que hay que reajustar más racionalmente los capítulos del presupuesto de cara al futuro. Ya hace varias convenciones que se deja oír el clamor de dar mayor soporte al Seminario. Soporte económico y soporte humano. Una vez adaptada la Unión al siglo XXI, éste debería ser uno de los primeros objetivos a resolver: profesores dignamente pagados e instalaciones adecuadas, adaptadas igualmente al siglo XXI. Hay otros, claro. El de la identidad bautista de pastores e iglesias, tema reclamado insistentemente por amplios sectores de la Unión. Y ese tema enlaza con el anterior, porque una buena parte del problema se resuelve ofreciendo desde el Seminario formación teológica adicional a los pastores. Informar y formar. Ideas no faltan, personas que impulsen nuevos programas, tampoco.

Un acierto ese de separar la presidencia del Ministerio de Mayordomía del de la Secretaría General. Nunca debieron haber estado unidos, sobre todo por razones estéticas. A su nuevo director, y al equipo que le acompañe, les queda una importante tarea por delante.

Los bautistas españoles se han metido, por fin, en el siglo XXI con su 56 Convención celebrada bajo el lema ?Prosigamos hacia la meta??, los días 23 al 26 de octubre de 2008.

Sea enhorabuena.

Octubre 2008