Cristianos de diversas confesiones (católicos, protestantes, ortodoxos), musulmanes y judíos dan por zanjada en Barcelona la polémica generada por el discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona sobre fe, razón, violencia, cristianismo e islam.
Esta polémica en torno al Papa dio especial interés a un encuentro interreligioso celebrado anoche.
Diálogo, reflexión y plegaria fueron los ejes de esta reunión que estaba prevista realizarla hace ya meses. Los reunidos eran miembros de comunidades de musulmanes, judíos y de las diversas iglesias cristianas. El origen de la convocatoria se debe al Grup de Treball Estable de Religions,
que está integrado por miembros oficiales de las confesiones religiosas mayoritarias de Catalunya.
Este grupo se originó el 2004 en Barcelona con el objetivo de crear y consolidar el mutuo entendimiento y la colaboración entre las diversas confesiones religiosas en los ámbitos religioso y cívico. Los responsables de este Grup de Treball ha querido reunirse con Marseille Esperance, que es un grupo interreligioso creado el 1990 en la ciudad francesa y que goza de una notable experiencia en estos mismos campos. Las situaciones de Barcelona y Marsella, pese a sus diferencias, son similares en lo que respecta a su estructura como ciudades mediterráneas occidentales, de inmigración, y pluralismo cultural y religioso. En este contexto, el arzobispo
Lluís Martínez Sistach ha enviado cartas a Benedicto XVI y a la Santa Sede para expresar la solidaridad de la archidiócesis con el Papa. El prelado, además, agradece al Grup de Treball Estable de Religions, en el que está representado el arzobispado, ?por el positivo trabajo que
realizan para superar las tensiones y en favor de la comprensión y el respeto entre los pueblos, las confesiones y las religiones con un espíritu de fraternidad y colaboración??.