Unos obispos ultramontanos niegan locales de la Iglesia a colectivos de cristianos de base y a teólogos progresistas, mientras Roma se acerca cada vez más a los heréticos lefevrianos y mantiene en su seno a católicos de signo preconciliar y tridentino. ¿Dónde está el necesario pluralismo de la Iglesia que alentó el Vaticano II? (Redacción de R. C.)
Mantiene las ponencias que decidieron al Arzobispado a negarle los salones de Casa de la Iglesia Diocesana
El Arzobispado negó al movimiento de Cristianos de Base los salones de la Casa de la Iglesia Diocesana para celebrar sus XXIV Encuentro anual tras conocer la temática, ‘Los Fundamentalismos’, y los ponentes: Esteban Ibarra, Avelino Seco y Juan José Tamayo, pero esa decisión no hará variar el programa, sino el escenario.
La sede de Proyecto Hombre albergará, al menos, las dos últimas jornadas del Encuentro, mientras todavía ayer los Cristianos de Base buscaban un acuerdo para mantener el lugar de celebración previsto el primer día, a fin de poder notificar a los asistentes el cambio sin necesidad de hacerlo individualmente.
No es la primera vez que los Cristianos de Base tienen problemas con el Episcopado para organizar sus Encuentros. Un portavoz del colectivo, Nacho Alonso, informó ayer de que en cuatro ocasiones se reprodujo la polémica y la discrepancia, tanto con Gabino Díaz Merchán como con Carlos Osoro y, ahora, con Jesús Sanz como arzobispos.
Faustino Castaño, otro de los portavoces del colectivo, admitía ayer que para Cristianos de Base no es difícil buscar escenarios alternativos, «pero es que consideramos que la Casa de la Iglesia Diocesana es nuestra casa y no queremos que nos echen de ella. Nosotros también somo Iglesia, aunque discrepemos de la jerarquía. Pero discrepancia no es hostilidad».
Hoy (anoche todavía no estaba claro dónde), Esteban Ibarra hablará de las manifestaciones de los fundamentalismos.