La intención de Rouco Varela de cerrar la iglesia de San Carlos Borromeo, de Vallecas, es injusta y contradictoria con el evangelio. Creo que desde la Iglesia de base hemos de solidarizarnos con esta comunidad de forma visible. Si desde la base callamos, nos convertimos en cómplices de la jerarquía.
En solidaridad con San Carlos Borromeo propongo que, simultáneamente en toda España, el mismo día, hagamos dos gestos comunes: 1. Ya que les quieren echar a la calle, podríamos hacer un día la misa todos en la calle, en la puerta de cada una de nuestras parroquias: «La Iglesia no es el edificio, son las personas». 2. Bendecir y comulgar con pan común, ya que por eso también les han amonestado. ¿Alguien se imagina a Jesús diciéndonos: «No, ese pan no lo quiero», «No, no rezáis bien»? Colectivos organizados podrían proponer la fecha y difundirla a los medios, por Internet…
Como creyentes estamos obligados a denunciar las injusticias que hay en el mundo, y es nuestro deber también denunciar las injusticias en el seno de la Iglesia católica. La Iglesia, la fe, no es propiedad de unos, es punto de encuentro y de brazos abiertos entre hermanas y hermanos. Desde aquí, un gran abrazo a esta comunidad de Vallecas.