Cuando la mujer encorvada (Lucas 13, 11-13) se enderezó, no fue un milagro. Simplemente acogió la energía de liberación integral, sobre todo religiosa, que Jesús le aplicó con su tacto. La carga la mantenía doblada ¡placer patriarcal!
Ella, responde a su identidad que tiene arrinconada, porque así se lo han comunicado, en nombre de un dios que ha apoyado una continuidad de abusos que nos escalofrían y estremecen. Y no sabemos de la misa la media. ··· Ver noticia ···
Registrarse
¡Bienvenido! Ingresa en tu cuenta
¿Olvidaste tu contraseña? consigue ayuda
Recuperación de contraseña
Recupera tu contraseña
Se te ha enviado una contraseña por correo electrónico.