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El Círculo de Silencio de hoy queremos dedicarlo a hacer una reflexión sobre el tráfico ilegal de personas, que se ha convertido en un negocio multimillonario.
Un reciente estudio de Europol (Oficina Europea de la Policía) asegura que este negocio movió en 2.015 más de 6.000 millones de dólares(4.875 millones de Euros) en el mundo.
Los beneficiarios de este dinero son redes internacionales relacionadas entre ellas, que pueden ganar más dinero así que con las armas o las drogas.
Las víctimas, sin embargo, son personas refugiadas e inmigrantes irregulares que huyen de conflictos y miserias. Son de múltiples nacionalidades: desde sudaneses y eritreos a iraquíes o sirios. Todos ellos adquieren deudas que, por ejemplo, en Níger camino de Libia, pueden sumar hasta 30.000 dólares, por un viaje con destino a Europa que suele durar años
La propia Europol señala que el 90 % de los inmigrantes que han llegado a Europa de manera irregular se han puesto en contacto en algún momento del trayecto con los traficantes. ? No hay forma de llegar por vías irregulares a Europa si no es con ayuda de una mafia. Ni siquiera los refugiados de guerra tienen otra forma de hacerlo. En algún momento son usados por los traficantes, que les proveen de pasaportes falsos de calidad. En Atenas y en Estambul hay imprentas capaces de producir cientos de documentos difíciles de detectar por los filtros policiales fronterizos. Se venden a escala internacional, y hay otros métodos ? dice el jefe de estrategia del Centro Europeo contra el Tráfico de Personas, organismo creado en Europol en 2.016 a instancias de la Comisión Europea.
Una de las mayores preocupaciones en todo este tema es el tráfico de menores, los abusos sufridos por los inmigrantes son generalizados. Se sabe que en Libia hay ? violaciones, secuestros y asesinatos ?.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asociada a Naciones Unidas, ha constatado que las penurias del viaje llevan a muchos a intentar el regreso a casa, pero a veces se quedan atrapados en Libia: ? Están allí hacinados en centros fuera del control del Gobierno, y son obligados a trabajar y hasta tomados como rehenes para pedir rescates a sus familias. Además, los menores no acompañados y en desamparo han aumentado y son muy vulnerables incluso en los centros de acogida, donde siguen merodeando las mafias ?.
Ante esta realidad no queremos quedarnos indiferentes.
Desde la Mesa Diocesana de Atención y Acogida de Refugiados de Cádiz y Ceuta mostramos nuestra repulsa a las redes mafiosas internacionales que se dedican a tráfico de personas.
Manifestamos nuestra solidaridad con aquellas personas que han sido víctimas de estas mafias.
Denunciamos las violaciones, el trato vejatorio, y todas las demás aberraciones que sufren los inmigrantes y refugiados que quieren salir de sus países.
Denunciamos que los gobiernos europeos y sus políticas migratorias son también responsables de que miles de personas se vean obligadas a usar estas vías irregulares para llegar a Europa por la falta de otras alternativas seguras y regulares.
Amigos, oremos y reflexionemos ante esta realidad. Comienza nuestro tiempo de silencio.
MESA DIOCESANA DE ATENCI?N Y ACOGIDA DE REFUGIADOS
Cádiz y Ceuta