Representantes de la iglesia Católica en Colombia pidieron hoy al gobierno poner freno al resurgimiento de grupos paramilitares en el noreste y noroeste que dejan muertos, heridos y amenazados en la región, atemorizada por el creciente fenómeno.
Monseñor Jaime Prieto, obispo de la ciudad Barrancabermeja (noreste), dijo que los grupos de ex combatientes de las AUC llamados la Segunda y Tercera Generación tienen intimidados a los habitantes de esa zona y del Magdalena Medio en el noroeste.
«Si el gobierno nacional no le pone freno a este rearme y por la guerra que vienen sosteniendo en Barrancabermeja los desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), es seguro que ocurra lo mismo que sucedió en el pasado con el narcotráfico en el país», dijo el religioso.
Pese al proceso de paz en 2006 con las AUC, ex combatientes y ex comandantes se reorganizaron en las regiones para seguir con las actividades armadas así como con el tráfico de estupefacientes.
Prieto agregó que los reorganizados se apoderaron de territorios donde mantienen el control del orden público así como la que llamó la «ley del silencio y del más fuerte», y que muchos líderes permanecen amenazados.
«Estos grupos están circulando panfletos firmados por los nuevos comandantes, donde intimidan a líderes cívicos, populares, religiosos, sindicalistas, a quienes acusan de ser auxiliadores de la guerrilla», afirmó el religioso.
Francisco Campo que es miembro de una organización no gubernamental en Magdalena Medio, aseguró por su parte que en lo corrido del año, la guerra de los desmovilizados contra rebeldes o personas que acusan como tal, dejó 15 asesinados y seis heridos.
En Colombia los grupos armados protagonizan décadas de conflicto disputándose el control político, económico y militar en las regiones, y dejando en medio a la población que acusan de simpatizar con su oponente.
El gobierno implementó la política de Seguridad Democrática para poner fin a la problemática y para ello persigue con decisión a los grupos rebeldes y firmó un pacto de paz con la ultraderecha.