Siempre me he opuesto a que en los escritos periodísticos se recurra a los insultos. Si ahora utilizo en el título la palabra cínico no deseo hacerlo como un insulto sino como una definición. En efecto, cínico es el que se expresa con cinismo y éste consiste en el ?descaro en la defensa de actitudes reprobables??. Hace un par de meses, en un programa de televisión llamado ?La Ronda??, se homenajeaba a Luis del Olmo. Como era de esperar, salió a colación el tema de la COPE y Luis expresó su opinión: ?La culpa no la tiene Jiménez Losantos. A él le ponen delante un micrófono y habla como quiere. La culpa la tienen esos dos cínicos de Rouco y Cañizares??.
En muchísimas ocasiones se le ha manifestado al cardenal de Madrid la labor antievangélica que hace la emisora episcopal. Su respuesta ha sido siempre que en todos los medios de comunicación se dan consignas pero en la COPE se ejerce la libertad de expresión. Por tomar un ejemplo se actualidad, en la COPE se ha llamado al doctor Montes, el médico de Leganés, ?Terminator??, ?Doctor Muerte?? o ?asesino??. Cubrir la utilización de calumnias e injurias apelando a la libertad de expresión es el descaro en que consiste el cinismo.
Hace menos tiempo la palabra ha vuelto a estar en las ondas, esta vez en boca de Llamazares para referirse a la Nota episcopal sobre las elecciones: ?Es una declaración cínica y obscena??.
Todo el mundo ha interpretado que se trata de un documento contra el PSOE. Todo el mundo menos Martínez Camino quien, en rueda de prensa posterior, se refirió a dicha Nota afirmando que en ella ?no hay una indicación concreta de a qué siglas votar??. Esa ingenuidad que nadie comparte y el hacerse de nuevas ante las reacciones provocadas son muestras claras de una actitud cínica.
Por otra parte los obispos afirman que ?una sociedad que quiera ser libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político??. Resulta que el PP se sentó en su momento a dialogar con ETA, teniendo a monseñor Uriarte como intermediario. Al día siguiente de la declaración Martínez Camino afirmaba en televisión que «hablar con los terroristas, sí, se debe hacer si se puede». Otro asunto es que «se utilice a los terroristas como interlocutor político??. Más allá de las palabras, el mensaje era claro y la interpretación en los medios fue unánime. Todos tuvieron claro de qué se trataba menos el propio portavoz que ni quitaba ni ponía rey pero ayudaba a su señor… sin reconocerlo. Un cínico.
Admito que es posible que me esté equivocando y que los miembros de la Permanente sean más bien ingenuos que no querían apoyar al PP tan claramente y no se dieron cuenta de que estamos en elecciones y muy reñidas. Puede que sea así pero es más que probable que se trate de que definitivamente ha ganado el sector más conservador, que apuesta por que la Iglesia ponga todo su poder moral y el de sus instituciones en el debate político a favor, hoy, del PP. Es decir, lo que hace Comunión y Liberación en Italia con Berlusconi. Puede ser una postura legítima para un grupo eclesial que decida que ésa es su estrategia de presencia. No tan legítima para la Conferencia Episcopal española, que debe defender a todos y que (aunque sus notas anteriores ya apuntaban al PP) ha roto con esta Nota la tradicional neutralidad o respeto por la pluralidad del voto católico que, con Tarancón, se impuso en la transición frente a quienes querían una Democracia Cristiana que capitalizara la aportación de la Iglesia a esa transición.
Pero en todo caso hay que decirlo claramente. Ese entrar decididamente en la política y después poner cara de inocentes diciendo ?si sólo expresamos juicios morales?? suena decididamente a un refinado cinismo.