1. El lunes 5 de noviembre del presente año se ha recibido la noticia del fallo en primera instancia, del Ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago Joaquín Billard Acuña, referido a la trágica muerte del P. Gerardo Poblete Fernández, ocurrida en Iquique el 21 de octubre de 1973, siendo miembro de la comunidad salesiana de dicha ciudad, víctima de torturas y apremios ilegítimos.
2. Han sido largos años de dolor y de desconcierto, toda vez que somos ciudadanos respetuosos de las leyes y de las autoridades legítimamente constituidas. Muchos sinsabores y trámites han postergado la sentencia que permitiera, al menos en parte, paliar el dolor por la pérdida de un hermano en congregación, de un sacerdote al servicio de los jóvenes y de la Iglesia, y de un hijo y hermano de una familia que le ha llorado todos estos años.
3. La inocencia del P. Gerardo aparece recién ahora, después de treinta y cuatro años en que se ha manchado su honra y dignidad, cuando son declarados culpables aquellos que lo torturaron y asesinaron en un momento tan convulsionado para nuestra historia nacional.
4. El P. Poblete fue un educador Salesiano. Su único amor fue la persona de Jesús a quien conoció en el seno de su familia y que los salesianos acompañaron en los largos años de formación y de estudios. Su pasión fue la filosofía, en la que se trató de preparar bien para servir mejor en las clases a sus jóvenes. Eso lo acompañó con su modo de ser, sencillo, silente y alegre, de buen trato y de agudeza intelectual.
5. Cuando el P. Gerardo murió tenía 31 años de edad y sólo dos de sacerdocio. En la flor de su vida personal y sacerdotal, por la mano artera del maligno, expelió el aroma del sacrificio de los justos e inocentes, de los misericordiosos y de los humildes, de los trabajadores por la paz y de los que sólo saben servir y amar a su prójimo.
6. Nuestra Congregación y la familia del P. Gerardo, hemos buscado todos estos años el esclarecimiento de los hechos, la sanción a los culpables y limpiar la buena honra de nuestro hermano. Reiteramos que no ha sido fácil este proceso. No obstante esto, se ha logrado llegar a la verdad, la que ha salido a la luz pública en estos días.
7. Como Congregación, que trabaja hace más de 120 años al servicio de la educación de la juventud en esta hermosa tierra chilena, nos alegramos profundamente por este paso de justicia que se da. Esperamos que los pasos siguientes sean más rápidos que los precedentes para poder cerrar el caso de manera definitiva y poder tener un poco de consuelo en nuestros corazones y en los de su familia.
8. Deseamos que los tribunales continúen aportando a la Patria la justicia y la verdad, y que todos los que han sido víctimas de abusos y atropellos a su dignidad encuentren, como el P. Poblete, el esclarecimiento de los hechos, las reparaciones debidas y la paz. En nuestro caso, estamos ciertos que nuestro hermano duerme el sueño de los justos que han recibido el abrazo de su Señor por haber sido buenos.
9. Esperamos que los medios de comunicación sepan dar la cobertura deseada ante una buena noticia como ésta.