Romano Prodi, Jefe del Gobierno italiano ha entregado el 27 de agosto de 2007 al Presidente de Ruanda, Paul Kagame, el premio al abolicionismo, al haber abolido la pena de muerte en su país.
Este gesto de Prodi no nos reconforta, sino que, al contrario, encuentra nuestra desaprobación y condena. Le hemos dirigido la siguiente carta abierta.
Mi querido Romano Prodi:
Me permito llamarte por tu nombre porque soy un ?Emiliano?? como tu, no de origen, sino de adopción. Vivo en Parma, en el Instituto de Misiones extranjeras, construido por un gran ?Emiliano??, el Bienaventurado Obispo Guido Maria Conforti. Actualmente este instituto es muy conocido por el nombre de ?Misioneros Javerianos de Parma??. Saliendo de esta casa, los aguiluchos han volado a cualquier parte del mundo para anunciar el Evangelio de Jesucristo hecho de amor, justicia y derechos humanos.
Desde hace varios años, con mis hermanos provenientes del mismo Instituto, he trabajado como misionero en el Este del Congo (RDC), en la frontera con Ruanda, tratando de construir en esta bella región, la cultura del amor y la fraternidad. ?Viví?? las consecuencias del genocidio ruandés con la acogida, en 1994, de miles y miles de refugiados en la Provincia del Kivu Sur, en particular, en la ciudad de Bukavu. ?Viví?? las diferentes guerras de liberación del Congo, apoyadas en la complicidad ruandesa, que acabaron con los tristes actos de mayo-junio de 2004, cuando los soldados amotinados del Coronel Mutebutsi, con el apoyo de las fuerzas militares del General Nkunda, los dos con rasgos somáticos ruandeses, tomaron la ciudad e intentaron eliminar y -con más de treinta disparos-, abrir una brecha en la gran puerta de mi Radio Marie Malkia wa Amani (Radio Maria Reina de la Paz).
No sé si estás al corriente de que ?la situación de la región sigue siendo alarmante y muy precaria??. Vientos de guerra soplan con insistencia y parece que no terminan, creando pánico y miedo entre una población inerme que, desde 1998, han visto sucumbir unos 4 millones y medio de sus hermanos y hermanas.
El jueves 27 de agosto de 2007, querido Romano, tu y tus amigos radicales os habéis prestado a un sucio juego político. Estabas en la ceremonia de atribución del premio ?Abolicionismo del año 2007??, invitado por la asociación ?Que Nadie toque a Caín??, asociación de un partido radical promotor del premio, y tú mismo has entregado el premio al Presidente Paul Kagame afirmando que ?había sido un gesto valiente de reconciliación?? ?lleno de esperanza??.
Mi querido Romano Prodi, has hecho mal yendo allí. Hubieras debido quedarte en casa y pensar en cosas más necesarias y urgentes de Italia que espera de ti reformas concretas. Estoy por la abolición de la pena de muerte. En junio me alegré de la decisión del Gobierno ruandés. Pero, lo que se ha escrito no corresponde a la realidad que vive el pueblo ruandés, que habita en medio del miedo y el terror cotidianos.
Tu gesto no encuentra mi aprobación ni la de los misioneros italianos que trabajan en estas zonas atormentadas del Kivu y que han sido testigos de innumerables violencias cometidas por los soldados ruandeses, que han matado, robado, violado e incluso, como se dice, sembrado el SIDA.
No es el momento de hablarte del macabro festín cometido por los soldados ruandeses y que ha marcado nuestros ojos y corazones, hechos que piden una justicia verdadera y equitativa.
Querido Romano Prodi, estoy muy decepcionado de ti. No has pensado en las consecuencias de tu gesto. Nos has tomado el pelo a todos nosotros y a la gente que acompañamos con afecto, en esta vasta región de los Grandes Lagos. Has puesto tu confianza en una palabra del Presidente Paul Kagame y le has entregado el premio sin preguntarte el por qué.
¡Es muy triste! Sin embargo, siempre que me he encontrado con alguien de la diplomacia italiana, me ha repetido: ?Lo sabemos todo. Conocemos todo???? No, no basta una ley de 10 artículos sobre la abolición de la pena de muerte, para sanear las heridas todavía abiertas y garantizar el respeto a los Derechos Humanos y una administración ecuánime de Justicia.
Kagame ha abolido la pena de muerte. Pero, ¿por qué?
Es su estrategia para complacer a Occidente, sobre todo, con la esperanza de seguir percibiendo sus beneficios y para mostrarse como ?bueno?? ante la comunidad internacional que le ha impuesto como condición ?sine qua non??, que terminen, para finales de 2008, los procesos en primera instancia de los acusados de genocidio.
Kagame quiere poner sus ávidas manos, netamente genocidas, en esa masa de ruandeses acusados de participación en el genocidio de 1994 (alrededor de 43.000 personas) que viven en el extranjero, obteniendo así su extradición para que les juzgue la justicia ruandesa.
?Kagame es un hombre astuto y la ley de abolición de la pena de muerte esconde otras miras políticas. Kagame quiere ser más libre para hacer y deshacer a su antojo y actuar como un dictador para continuar matando y, a partir del 27 de agosto de 2007 con el consentimiento de Italia. Me siento terriblemente lesionado y herido en mi identidad patriótica, como italiano y en mi conciencia cristiana.
En Ruanda, aún ahora hay gente que muere, a la que se hace desaparecer, a la que se somete a la crueldad de los tribunales populares gacaca. Los suicidios han aumentado en Ruanda debido a esos gacaca??.
El las provincias del Kivu, Norte y Sur, en RDC hay aún presencia, no despreciable, de militares ruandeses infiltrados, que pasan las fronteras con toda libertad. Militares vestidos de civiles se pasean por las calles de Uvira, Bukavu y Goma. Un mandamiento internacional de arresto por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad se ha emitido contra el General Nkundabatware, pero libre para hacer lo que quiera, continúa sembrando el miedo y la inseguridad, y prepara, con la complicidad de Kigali, la 3ª Guerra.
Si. Se prepara una nueva guerra. Todos hablan de ella, todos saben quiénes son los promotores, pero no interviene nadie. La región de los Grandes Lagos no interesa a Occidente más que por las riquezas de su subsuelo, que le sirven para enriquecer a quien ya es rico y para ?construir un nuevo Kigali??.
Ahora que ya está hecha la estupidez, ¿qué hacer para remediarla?
Querido Romano no se si tendrás el valor de reparar los errores que has cometido contra estos misioneros italianos de toda la región de los Grandes Lagos (hay bastantes) y a los 4 millones y medio de las víctimas inocentes de la guerra que hace estragos desde 1998 en las dos provincias del Kivu, de Ituri y Maniema.
Querido Romano, tuviste mi voto para convertirte en Presidente del Gobierno italiano; esperaba que cambiaría algo, que se trazaría un camino de relaciones de solidaridad entre los países emergentes y en estado de guerra. Antes Veltroni y hoy tu, habéis adoptado la bandera de Ruanda.
El camino de reconciliación de los ruandeses es largo y está lleno de incógnitas. Te pido que empujes al Gobierno ruandés al diálogo inter-ruandés, que le ayudes a interrogarse y reconocer sus errores, dando así al pueblo ruandés y a toda la comunidad de la región de los Grandes Lagos, la esperanza de un futuro en paz y tranquilidad.
Te doy las gracias, Presidente del Consejo italiano por tu bondad al leerme y escucharme. He utilizado una forma muy familiar porque creo que ?los trapos sucios, tienen que lavarse en familia??.
Saludos fraternos, P. Luigi le Stocco. Misioneros Javerianos de Parma
Roma: 01 de septiembre de 2007