Enviado a la página web de Redes Cristianas
Señores Obispos:
Espero que, con su habitual poder de perdonar, sepan, al menos, disculpar este atrevimiento mío de trasladarles sugerencias, con todo respeto. Pero sí deseo expresarles lo que me sugieren sus últimas reflexiones sobre la identidad sexual de algunas personas.
En la sociedad se escucha lo que ustedes dicen con actitudes previas polarizadas: en general o se creen o se rechazan, sin más. En el inconsciente colectivo no suelen sugerir estas aportaciones suyas debate o cuestionamiento, sino aceptación o rechazo. Y, últimamente, cada vez más se rechazan. Quizá no lo hayan percibido, pues desde sus ?palacios episcopales?? es posible que se aprecien muy atenuados los clamores de la gente y, quizá, quienes les rodean procuren que estos clamores no les disturben. Por esto, creo, no llegarán a leer esta carta que me atrevo a hacerla abierta para que, al menos, sí la lean quienes se preocupen por las cosas que ustedes dicen y, sobre todo, las cosas que pasan en la sociedad.
No cuestionaré el contenido de su texto pues no creo que venga al caso de las preocupaciones sociales que agobian a la gente. Por esto sí deseo expresarles mi extrañeza de que ustedes hablen, casi siempre, de temas despegados de los agobios sociales. En esto se parecen ustedes poco al Papa, a quien siempre nos indicaron que había que obedecer. ¿Y ustedes lo obedecen? Recuerdan que un día dijo al Papa a los periodistas, en el avión volviendo de Brasil, que él no era quien para juzgar a una persona homosexual si este buscaba a Dios? Incluso el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, se sumó a las palabras del papa Francisco sobre la homosexualidad. Eso era respeto, pero su texto no refleja respeto sino condena. Y esto puede provocar rechazos, fobias y tensiones sociales innecesarias. Sus continuas afirmaciones condenatorias están convirtiendo en códigos penales los evangelios que predican.
Pero no les he escuchado nada sobre los desahucios. ¿Saben que hay personas que se suicidan porque no pueden soportar tanta infamia? Quizá ustedes no intuyan qué es un desahucio pues no es una amenaza que se les presente. Pero la gente sufre. ¿Saben ustedes que los tribunales de la UE han dicho que las leyes españolas, en este sentido, son demasiado duras? ¿Y saben que nada se ha hecho al respecto en este país? ¿Y no tiene nada que decir a esto? ¿Y sobre los bancos?? sobre el dinero que ganan a costa del dolor de la gente?
Saben ustedes que ya hay trabajadores pobres, no desempleados. Personas que trabajando nunca podaran salir de la pobreza por sus minisalarios y sus minijobs? Y no tiene nada que decir a estas situaciones? Recuerdan que el catecismo aprobado en el Concilio Vaticano II (lo han olvidado?) dice al hablar del séptimo mandamiento (no robar) que pagar salarios injustos va contra este mandamiento, ¿y ustedes callados?
Conocen, por el contrario, que hay sueldos inmensamente grandes entre quienes dicen dirigir las grandes empresas y que estos macrosalarios no siempre guardan relación con que los resultados de la empresa redunden en la sociedad?. No deseo citarlo como ejemplo, pues hay muchos más, tan solo como el más reciente caso, pero se dice en los periódicos que el Presidente de Telefónica se jubila con 35,5 millones de euros. Cantidad agresiva para quien está en la miseria provocada, entre otras razones, por el comportamiento de algunas de esas grandes empresas y bancos. ¿Y ustedes no dicen nada a este desequilibrio social? ¿Y no viene a cuento lo del Vaticano II referido a que los bienes están hechos para que todas las personas puedan gozar de la dignidad que les corresponde?
¿Saben que hay pobreza energética por la que la gente no tiene dinero para pagar no solo su calefacción, tampoco para encender su cocina?. Por ello Cáritas pidió en su momento comida cocinada para facilitárselo a quienes no pueden ni encender su lumbre. ¿Y no dicen nada al respecto?
¿Saben ustedes que hay un tremendo problema humanitario porque Europa tiene los ojos y oídos cerrados antes los miles de emigrantes (refugiados, exiliados??) que huyen del hambre y de la guerra y mueren en el mar, en las tiendas de campaña invadidas de agua y de frio y en un camino interminable ante la ausencia de acogida? ¿Y saben que el Papa ya ha dicho que las parroquias podrían acoger al menos a una persona? ¿Y ustedes callan? ¿Saben que la primera visita que hizo este Papa, después de que asumiera sus responsabilidades, fue a Lampedusa con las refugiados? ¿Y ustedes no tienen nada que decir? ¿Al menos, no les conmueve este drama?
¿Saben ustedes que el Papa Francisco ha pedido a los grandes ?pastores?? (cardenales, obispos y curas de pueblo), que vayan al monte y al barrio, que huelan a oveja o cordero? ¿Y saben qué quiere decir eso? A mí, con todo respeto, me suena a cosas muy distintas de las que ustedes hacen y dicen. ¿Estarán en distintas Iglesias el Papa y ustedes? No lo sé, pero sí veo que la Iglesia que ustedes dicen defender, la del código penal, está muy alejada de los dramas que vive la sociedad. Y a estos desgarros sociales ni se acercan ustedes ni los denuncian. ¿Por qué no escriben sobre estas cosas? ¿Acaso no saben? ¿Y si no saben, por qué no cambian de asesores?
En fin, pido de nuevo disculpas por mi impertinencia y atrevimiento de hacer sugerencias a sus reverendísimas, pero bajen al barro y huelan a oveja.
Marcos de Castro
7 de Abril de 2016