Sigue la Campaña orquestada de los obispos contra EpC. Llama la atención que es el «núcleo duro» del Episcopado, con el apoyo del Secretario, el que está casi a diario atacando de todos los modos que puede esta nueva asignatura que no entra en competencia con la clase de Religión ni contra nada.¿ No serán los propios obispos los que estén «traspasando sus propias competencias», pretendiendo desobedecer las Leyes aprobadas legalmente en el Parlamento?
(Redacción de R. C.)
Acusan al Gobierno de «traspasar sus propias competencias»
Los obispos continúan insistiendo en su cruzada particular contra la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC), que comenzará a impartirse a partir del próximo curso. Antonio Cañizares, arzobispo de Toledo, reiteró que con esta asignatura “el Gobierno ha traspasado sus propias competencias”. Por su parte, el secretario general de la Conferencia Episcopal, José Antonio Martínez Camino, recordó que “la familia y la escuela no tienen competencias exclusivas, no van en paralelo”.
En sendos artículos en ABC y La Razón respectivamente, Martínez Camino y Cañizares volvieron a rechazar la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC). Según el secretario general de la Conferencia Episcopal, el objetivo de esta materia “es la formación estatal obligatoria de las conciencias”, y apoyó las palabras de Cañizares la pasada semana en las que aseguraba que apoyar esta asignatura sería “colaborar con el mal”.
«Ha traspasado sus competencias»
También el arzobispo de Toledo reiteró sus palabras en el diario La Razón, y aseguró que “nunca” se ha opuesto “a la existencia de la materia EpC”, sino a su “desarrollo curricular concreto -objetivos, contenidos y evaluación”. A su juicio, “el Gobierno ha traspasado sus propias competencias y los límites de los derechos y libertad de los padres y de los alumnos, así como de la libertad religiosa y de conciencia”.
«Educador de la conciencia moral»
“El Estado no puede suplantar la sociedad como educador de la conciencia moral”, opinó, ni arrogarse “un papel de educador moral”. Estas palabras las apoya desde ABC Martínez Camino, quien asegura que “si la familia se ve obligada a aceptar que sus hijos acaben pensando y actuando según una formación estatal obligatoria de la conciencia, se habrá cercenado un derecho humano fundamental”.
«Misma tarea educativa»
Para el secretario general de la Conferencia Episcopal “lo que está en cuestión es la justa articulación de familia y escuela”, ya que ambas instituciones “comparten una misma tarea educativa” y “no tienen competencias exclusivas, no van en paralelo”.
«Formación moral de la conciencia»
Cañizares va más allá y asegura que con esta materia “se impone una formación moral de la conciencia”, “se vulnera el principio de libertad de conciencia” y se “impone una enseñanza teñida de relativismo moral” y una “visión del hombre laica”. A su entender, “el Estado no puede suplantar a la sociedad como educador de la conciencia moral”.
Como alternativa a la religión
A su entender, habría que “pedir que se revisen los Reales Decretos, que no son la ley aprobada en el Parlamento” y también que “la formación moral laica se ofrezca como alternativa a la formación religiosa y moral confesional”.