Cañizares tiene miedo: los que vienen de Siria, ¿no serán más que refugiados que huyen, un caballo de Troya? -- Jesús Mª Urío Ruiz de Vergara

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Cañizares1La primera noticia que tuve de Cañizares, fue la de un teólogo bajito, pero muy bueno y brillante. Ahora tengo que decir que hace tiempo que no le he oído ni una sola opinión, o juicio teológico, y sí mucho de contenido socio-económico-político. En una entrevista realizada hoy mismo en Valencia el arzobispo de Alcoy ha pronunciado unas declaraciones minuciosas y detallistas en muchos puntos concretos. Algunas de ellas me parecen fuera de escena, de tono, y de enfoque., Pero a mí, más que enojo o indignación, me produce pena que un jerarca de la Iglesia, que en su terreno podría haber sido brillante, se meta en terrenos resbaladizos, y totalmente ajenos a su dedicación pastoral. Así que señalaré unos cuantos de estos puntos, que me parecen importantes, y los iré comentando, más bien negativamente. Lo siento, pero no podría hacerlo de ninguna otra manera.

Ha habido varios temas tratados por el cardenal de manera por lo menos vidriosa. estacaré los queme han parecido más desconcertantes:

1º) La pobreza en España no es tanta como cuentan, el señor arzobispo no ve por la calle esos niveles de pobreza que instituciones tan competentes y creíbles como Cruz Roja, o Caritas, -a la que debe de conocer muy bien, como Pastor, sobre todo, de los más pobres y desvalidos de Valencia-, están denunciando, y trabajando en ello. Yo le diría al señor Cañizares en que barrios, y en cuales de sus parroquias podrá ver, contemplar, y llorar, el terrible nivel de pobreza al que hemos llegado en España, uno delos países de Europa, según los indicadores de la UE con mayor diferencia económica entre las familias y las personas.

2º) Tal vez los refugiados sean un caballo de Troya, es decir, una avanzadilla árabe-musulmana para asentarse en Europa, de la que «no sabemos que será en unos años». Esa obsesión por la seguridad, incluso escudriñando el futuro, es típica, más que de los políticos, de las personas instaladas en el poder y en la opulencia económica. Características que no se casan muy bien con un ministro de la Iglesia, a no ser que nos retrotrajéramos a la época medieval, época que parece compaginar muy bien con el arzobispo de Valencia, preocupado por proyectos nacionales territoriales. Pero la pregunta es, ¿alguna de esas cosas era importante o prioritario en la palabra de Jesús?

3º) Hay otra frase del cardenal que me ha decepcionado: «estos refugiados, ¿serán todo trigo limpio?» Pues le diré, señor purpurado, que si ha leído los Evangelios, para Vd. cada uno de los refugiados tienen una mota en el ojo, y el señor arzobispo de Valencia y cardenal de la Iglesia romana, insisto, desde su perspectiva de discípulo de Jesús, Vd. tiene una viga en el suyo. ¿Quiere que siga con la cita? Habla de hipocresía, y de quitarse primero la viga para tener buena vista para ayudar al otro a quitarle la mota. ¿Acaso alguien nos ha garantizado a los españoles, o europeos, u occidentales, que somos mejores que asiáticos, musulmanes o fugitivos de todos los colores, dramas y procedencias?

CEE: falso espíritu de cuerpo

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha demostrado, una vez más, un falso espíritu de cuerpo. Sucede a menudo. Las críticas a Cañizares han sido personalizadas, hechas a él, el señor arzobispo de Valencia, y no por toda su actuación, sino, en concreto, por unas declaraciones desafortunadas, inapropiadas, y, algo que es mucho peor, nada propias no ya de un obispo, sino de un cristiano. ¿Es que no se puede discordar de la opinión de un obispo, sobre todo si no se trata de ninguna declaración teológica, o proclamación de doctrina producida por la Palabra de Dios? Pues si es así, no puedo estar de acuerdo con los obispos de la CEE. Prefiero estarlo con los de la primera comunidad cristiana, reunida en la asamblea de Jerusalén, que muchos denominan el primer concilio, o, sin más, el concilio de Jerusalén. En el capítulo 15 de los Hechos de los Apóstoles se habla dos veces de ?discusión??. En el versículo 2 se lee: ?se produjo entonces un agitación y una discusión no pequeña??; y en el 7, ?después de una larga discusión Pedro se levantó…??. (En algún leccionario litúrgico esta discusión es catalogada de ?violenta??9. Y de lo que no cabe duda es que se trataba de una fuerte polémica entre apóstoles, es decir, los primeros obispos, que derivó en discusión acalorada.

A mí me entusiasma, y así se lo digo a mis fieles, que tanto en el Antiguo (AT) como en el Nuevo (NT) Testamento, los escritores sagrados no ocultan nada, sobre todo los pecados, debilidades y flaquezas de los protagonistas de la Historia de Salvación. No hay más que recordar el caso de David, al que se le presenta como era, maniobrero, mujeriego, violento, adúltero, traidor de uno de sus mejores generales, Urías, y pésimo educador de sus hijos, dejándose llevar por preferencias y caprichos, y tolerando amoríos entre sus hijos, el de Tamar y Amnón, (2 Sam 13) Y, sin embargo, es el único de quien la Sagrada Escritura dice que ?tenía un corazón según Dios??, alabanza que nadie ha merecido en el Antiguo Testamento. Y aunque no lo sabían tan ciertamente como nosotros, ya en el AT sospechaban de la preferencia de Dios por los pecadores y los débiles y por eso exaltaban tanto la misericordia de Dios, uno de sus atributos más usados, después del de Santo. Pero, tristemente, da la impresión de que ciertos, más de los que sería de desear, obispos y cardenales, han olvidado ese rostros misericordioso de Dios, porque saberlo, lo tienen que saber, y se asustan de presentar la cara débil y pecadora, de ellos mismos, y de sus pares.

No pasa nada porque hayan, ¡hayamos!, criticado al señor arzobispo-cardenal Cañizares. No está inmunizado contra el fallo y la equivocación. Al contrario, reconocerlos le hace, y a sus colegas obispos, mas grandes, más dignos de ser tratados con dulzura y consideración. ¿Olvidan nuestros pastores que Jesús, al primero que escogió como su lugarteniente en la tierra, que era testarudo y muy ?echao palante??, pero muy frágil, lo injurió como pocas veces se ha ofendido a un Papa, espetándole a boca jarro ?apártate de mí, Satanás??. A veces nuestros jerarcas olvidan este texto, y los motivos de la reprimenda de Jesús, ?porque esto, ?el no aceptar la Pasión y Muerte del Maestro-, no procede del Espíritu sino de la carne. Es decir, lo contrario de lo que le había dicho minutos antes, cuando lo del ?Tu es Petrus??. Lo que quiere decir que ni los más altos ministerios en la Iglesia, y ni siquiera la claridad de la vocación por haber sido llamado personalmente por Jesús, garantiza que siempre van a actuar, o hablar, movidos por el Espíritu. Y eso, que estamos hartos de constatarlo en la más alta jerarquía de la Iglesia, como es Pedro, bien puede suceder a Manuel, o Pepe, o … a Cañizares.

Y la respuesta de ?hechos son amores??, está, además de ser infantil y desvaída, fuera de lugar. La crítica que hemos hecho al señor arzobispo no es extensiva a los demás obispos en lo tocante a la atención a los refugiados, y no siquiera al primer Cañizares que mostró toda su ayuda de palabra y de obra. Sino a sus palabras, porque los señores obispos tienen que aceptar que no por ser prelados de la Iglesia tienen patente de corso para lanzar la idea que les venga a la mente, pues con eso hacen flaco favor a su ministerio pastoral. Y la CEE tampoco es demasiado honesta cuando pone como ejemplo el trabajo de Caritas en las parroquias, atendiendo a los cientos de miles de familias más desamparadas en España y en toda Europa. Nadie ha criticado por eso a Caritas, ni a los obispos. Además, en las encuestas se percibe muy bien la magnífica nota que los ciudadanos dan a Caritas, la simplemente buena, ?aprobado, que ya es mucho en los días que corren para la valoración de personas más o menos públicas-, que ponen a los curas de las parroquias, y la que deben de saber los señores obispos la que la ciudadanía reserva para ellos.