Manifiesto leído ayer (en la concentración solidaria con el pueblo sirio) por nuestra compañera Luisa Cortés, secretaria de la delegación de Cádiz de la APDHA, acerca de los ataques que se están produciendo al derecho a la libertad de expresión y al derecho de reunión y manifestación
Una pregunta?? ¿se nos podrá acusar de alarmistas si decimos que los derechos fundamentales de expresión, reunión y manifestación, se encuentran cada vez más amenazados? ¿Incluso en peligro?
Esta Concentración solidaria se tendría que haber desarrollado el pasado 29 de agosto. Pero no fue posible, el Sr. Subdelegado del Gobierno, Javier de Torre, decidió prohibirla con el burocrático argumento de que no se había presentado la comunicación con diez días de antelación. Efectivamente fueron tan sólo seis días, pero creímos que al ser en una Plaza peatonal y existir urgencia debido a las masacres que se están produciendo y la inminente intervención militar de EE.UU., no era imprescindible ese plazo de los diez días.
Además el plazo de diez días de antelación, en el espíritu y la letra de la ley, es un formalismo mero para permitir a las autoridades públicas prever problemas de tráfico o seguridad ciudadana, cuestiones que, por la ubicación de la concentración y el historial de acciones pacíficas de la APDHA, no proceden.
No sólo se menoscaba el derecho de reunión y manifestación, sino que se quiere impedir el derecho a ejercer la solidaridad con las personas que sufren. Se trata de la muestra de un talante bastante antidemocrático y autoritario, que nos recuerda los viejos tiempos de los gobernadores civiles.
Se trata además de una muestra más de los recortes de los derechos ciudadanos y de los derechos fundamentales, tanto legislativamente como con actuaciones como ésta que denunciamos, que está poniendo en marcha el Partido Popular. Desde una asociación de Derechos Humanos como la nuestra lo vemos con profunda preocupación.
La Sra. Teófila Martínez, cuando dijo ?Tanta opinión y tanto Twitter??, expresa bien esta forma de entender la democracia, en la que la libertad de expresión molesta, la participación de la gente sobra y los pobres deben estar calladitos, pues para eso van a que les administren caridad.
Hace pocos días fue el colectivo Valcárcel recuperado, que ve a dos personas más imputadas de forma rocambolesca, la multa a la APDHA en Cádiz por concentrarnos en la sede del PP en la que han rechazado todas las alegaciones que hasta ahora hemos realizado, el impedir manifestarse a trabajadores ante el Congreso del PP en el Hotel Atlántico, la persecución del grupo 15M Centro, el Carnaval chiquito, las ordenanzas que están aprobando algunos ayuntamientos como el de El Puerto, las multas a los trabajadores del metal o la limpieza, las restricciones de acceso y participación en los plenos municipales, etc. son muestras más que suficientes de lo que decimos.
Se trata de una deriva antidemocrática y autoritaria que poco a poco va recortando los derechos civiles. Se trata de una política de tolerancia cero con los movimientos sociales, a los que se nos quiere criminalizar como sea, hundirnos a multas, callarnos a base de amenazas. Se trata en suma de garantizar un restrictivo ?orden público?? cuyo fin es claro: evitar protestas sociales ante la devastadora crisis en que vivimos.
Pero creemos que no lo van a conseguir. No nos van a amedrentar. Vamos a seguir comprometidos y luchando por una sociedad justa, en la que se respeten los derechos humanos, todos los derechos humanos, de todos y de todas. Y vamos a oponernos pacífica y democráticamente, con la fuerza de la ética y la razón, con la movilización y el compromiso social, a quienes intentan con uñas y dientes que continúen sus privilegios en base a recortar derechos al conjunto de la sociedad y en base a condenar a una buena parte de la misma a la miseria, al paro y al silencio.
Desde la modestia, los colectivos sociales, las asociaciones, los movimientos de la sociedad civil?? ¡no lo vamos a consentir!!!
POR LA LIBERTAD DE EXPRESI?N
POR EL DERECHO DE REUNI?N Y MANIFESTACI?N
POR EL DERECHO A LA SOLIDARIDAD