El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó hoy la actuación de los bancos estadounidenses que están yendo a la quiebra debido a la crisis financiera internacional.
Al hablar en la ciudad de Río Grande, en el estado de Río Grande del Sur, donde bautizó la plataforma petrolera P-53, Lula lamentó formalmente las enormes dificultades que enfrentan los bancos que antes dictaban normas a países como Brasil.
«Veo con mucha tristeza que esos ‘opinadores’ están yendo a la quiebra, están pidiendo concordata (convenios) después de haber pasado la vida dando opiniones sobre Brasil, diciendo a los inversionistas si nuestro país era o no confiable», dijo el presidente.
«En los últimos años, determinaron no que el capital pudiera circular libremente por el mundo, generando empleo y riqueza, sino que la especulación financiera, el casino del sistema financiero internacional, determinara la lógica de la economía», agregó.
«Era como si ellos fueran los superinteligentes y nosotros los superpobrecitos», criticó.
Lula afirmó que la crisis financiera internacional preocupa a Brasil debido a la importancia de la economía de Estados Unidos en el mercado mundial, pero destacó que el país está hoy en muchas mejores condiciones para enfrentar turbulencias.
«En este momento vivimos una situación singular. Nuestra economía ya no depende tanto del flujo de la balanza comercial con Estados Unidos, aunque ese flujo aún sea importante», observó.
El presidente señaló que el comercio con aquel país, que representaba el 27 por ciento de las exportaciones brasileñas, ahora sólo responde por el 15 por ciento de las ventas al exterior de Brasil.
«La economía norteamericana en crisis causará problemas en algunos lugares. Pero estoy convencido de que Brasil será un país que sufrirá muy poco si hay una recesión profunda en Estados Unidos», concluyó