Boletín de Senda de Cuidados nº 14 [COVID-19] (primavera 2020) -- Senda de cuidados

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

CUIDADOS EN TIEMPOS DEL COVID-19
La llegada de la pandemia nos pilló desprevenidas a todas y todos, incluidos gobernantes, empresas y sociedad civil. Y hasta cierto punto, es normal: la subordinación de la vida a la economía tiene como efecto la destrucción de ecosistemas naturales y el abandono de los sistemas públicos sanitarios y de cuidados. En esta pandemia, así como en las medidas para combatirla, hemos sido conscientes de la precariedad de la vida cuándo el cuidado del común (naturaleza, salud, etc.) está relegado a un segundo plano, así como del afloramiento descarnado de las desigualdades cuando las medidas de confinamiento y de protección están pensadas desde los estándares de unas clases sociales que poco contacto tienen, si no es como empleadores o como gobernantes, con colectivos como el de las trabajadoras del hogar y de cuidados.

En Senda de Cuidados nos duelen especialmente las muertes que se han producido en residencias de mayores, un espacio paradigmático de los cuidados invisibilizados, explotados, pero imprescindibles para el sostenimiento de la economía, en medio de la vida frenética del capitalismo.

Tal y como aprendemos de Rebecca Solnit, aunque lo imposible sucedió, esta crisis, como las anteriores, nos está enseñando muchas cosas. La primera de todas, es la importancia de poner la vida en el centro: los cuidados, y no el turismo o la industria de la automoción, es lo único que puede salvar al país, cualquier país, al planeta y a sus habitantes. Unas políticas públicas que entiendan esto son más urgentes que nunca, tal y como les recordó Amaia Pérez Orozco a sus señorías recientemente. La segunda enseñanza de esta crisis del coronavirus, derivada de la anterior, es la potencia de socialidad que aún habita en nosotras y nosotros, una potencia de socialidad que a pesar del confinamiento del coronavirus, y aún a pesar del aislamiento al que nos somete el neoliberalismo, ha sabido transformar los cuidados que nos procuramos a pesar de la distancia física.

Hablamos, por supuesto, de los cuidados intrafamiliares, pero también de los cuidados comunitarios, aquellos que las redes vecinales de muchos barrios han sabido desplegar con mucha inteligencia y experiencia acumulada tras la crisis que comenzó en 2008 -sin ningún apoyo institucional por parte de unos servicios sociales desbordados, e incluso encontrándose con cortapisas-, y que además de repartir alimentos o hacer la compra, han construido comunidad agujereando todas las fronteras que nos atraviesan.
SENDA DE CUIDADOS EN LA PANDEMIA

La crisis sanitaria por la COVID-19 y las consecuencias del confinamiento han impacto
frontalmente en las vidas de las personas atendidas por la entidad: muchas personas mayores
se han visto afectadas por contagio, por tener que guardar cuarentena, e incluso, algunas, han fallecido. Todas las trabajadoras han tenido consecuencias en sus puestos de trabajo: despidos,cese de actividad y reducción de salarios, bajas médicas y cuarentena?? Todo ello nos ha obligado a reorganizar nuestro trabajo para responder a las necesidades que han ido surgiendo: nuestras coordinadoras han tenido que adaptarse a la nueva situación teletrabajando de manera estresante ante el aluvión de demandas y desafíos, pero encontrando sentido a una serie de acciones encaminadas tanto a la mitigación del daño psicosocial sobre las familias y las trabajadoras como a la reivindicación de medidas de protección social justas.

Las trabajadoras de hogar y cuidados se han visibilizado como colectivo esencial en esta crisis para sostener los cuidados. El impacto en sus condiciones laborales y personales ha sido, en general, especialmente notable: han seguido cuidando a pesar del riesgo; muchas de las internas han estado sin salir durante semanas de los domicilios en los que trabajan; otras han perdido sus empleos o han dejado de percibir su salario por el tiempo no trabajado y sin tener otra cobertura. Por ello, para nuestra asociación ha sido fundamental articular un acompañamiento psico-social, facilitar protección sanitaria, fomentar el cuidado mutuo, así como gestionar telemáticamente los trámites administrativos que, por falta de medios técnicos o por la brecha digital, las trabajadoras no pueden presentar.

Las acciones que hemos llevado a cabo se concretan en:

1. Apoyo psico-social y cuidado mutuo
– Escucha diaria activa a través de video-llamada o whatsapp, especialmente de las
trabajadoras internas
– Asamblea quincenal de trabajadoras por video-conferencia
– Apoyo terapéutico por vía telefónica, llevado a cabo por un grupo de psicólogas especialistas
en cuidados que lo ha realizado de manera voluntaria desde que se inició la crisis
– Hemos fortalecido la comunicación con los grupos de trabajadoras y redes cercanas,
gestionando y compartiendo información y recursos de todo tipo, desde atención a necesidades
básicas, ofertas de empleo o trámites diversos.

2. Protección sanitaria
– Dotación directa, o a través de recomendaciones a las familias empleadoras, de material de protección para el lugar de trabajo: EPIs, pantallas protectoras, geles desinfectantes, guantes??
– Información sobre medidas de protección entre las trabajadoras y las familias empleadoras.
– Difusión de información sobre recursos sociales, sanitarios y legales, así como apoyo en los trámites necesarios para acceder a ellos.

3. Apoyo en necesidades básicas
– Apoyo en el fondo solidario de Territorio Doméstico
– Acompañamiento del banco de alimentos de la comunidad paraguaya
– Búsqueda de financiación para cubrir costes de transportes para familias sin recursos
.
4. Enfrentando la brecha digital: solicitud telemática de prestaciones
– Creación de un grupo de apoyo de voluntarias, la mitad de las cuales son trabajadoras de
hogar, para asesorar y gestionar telemáticamente la tramitación del subsidio extraordinario
aprobado para este colectivo.
– Gestión telemática de las bajas médicas por COVID 19.

5. Organización y acompañamiento de cuadrillas de trabajadores y trabajadoras para el empleo agrario
– Hemos preparado grupos de personas con disponibilidad y experiencia en el campo para
acceder a las ofertas agrarias de diferentes localidades.
– Un equipo de voluntarios/as ha realizado la intermediación laboral telefónicamente de las ofertas negociando condiciones laborales y habitacionales dignas. Se ha estudiado el Convenio Agrario para que todas las personas candidatas puedan conocer los derechos laborales reconocidos y se abra una reflexión colectiva sobre la situación del campo español y las reivindicaciones pendientes.
– En total, se ha brindado apoyo y facilitado la intermediación laboral a 70 personas.

SUBSIDIO EXTRAORDINARIO PARA EMPLEADAS DE HOGAR
Tras una intensa campaña en redes sociales activada desde el Observatorio ?Jeanneth Beltrán? sobre Derechos en Empleo de Hogar y de Cuidados y Senda de Cuidados, el Gobierno ha enmendado el inexplicable atropello que suponía dejar fuera a las trabajadoras de hogar y cuidados de las medidas extraordinarias de protección social por la crisis sanitaria frente al coronavirus. Tras la aprobación del estado de alarma y las primeras medidas extraordinarias, pusimos en evidencia la reiterada discriminación en equiparación de derechos y han sido muchas las voces que se sumaron en esos días para reclamar que se amparara a nuestro colectivo. En solo 4 días, 4.410 adhesiones, 378 de organizaciones sociales de todo el Estado, firmaron el comunicado que reclamaba que no se dejara atrás a las más de 600.000 trabajadoras que componemos este sector.

Lo primero que queremos manifestar es que esta medida es un logro de la sociedad civil organizada por la defensa de unos derechos que no están en cuarentena. Valoramos positivamente que se reconozca por primera vez un subsidio de este tipo, tanto para las trabajadoras despedidas como para aquellas a las que se les ha suspendido el contrato por la situación sanitaria. Solo esperamos que sea un paso decisivo para el reconocimiento definitivo del derecho a la prestación por desempleo del único sector laboral que permanece excluido, para la incorporación plena en el régimen general de la Seguridad Social y, que la declaración acerca de la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, no vuelva a quedarse pendiente. No podría entenderse lo contrario.

Sin embargo, tenemos que destacar que, como temíamos, es una medida que resulta insuficiente para garantizar la protección de todas las trabajadoras/es de este sector:

1. Son conocidos los altos niveles de economía sumergida en el sector. Según las estadísticas oficiales, al menos 200.000 personas trabajan sin contrato laboral, representando, al menos, un tercio del conjunto y se quedan fuera.

2. El subsidio será equivalente solo al 70% de la base reguladora. Teniendo en cuenta que, en este sector se cotiza por tramos, que muchas veces quedan por debajo de sus salarios reales; que no se actualizan las cuotas, a pesar de que los salarios se incrementen y que, para abaratar costes en la cotización de la seguridad social, es práctica común, por parte de los/las empleadores/as, declarar salarios y jornadas inferiores a las efectivamente realizadas, en demasiadas ocasiones este 70% quedará muy por debajo de lo que correspondería si la Seguridad social hubiera atajado antes este fraude reiterado.

3. El cuidado de personas mayores, menores y personas en situación de dependencia se considera, ahora oficialmente, con la aprobación del Real Decreto Ley 10/2020, de 29 de marzo, una actividad esencial. Tenemos un sistema público claramente insuficiente, mermado por años de recortes, que no garantiza los cuidados para todas las personas que los requieren y que mantiene en la precariedad a las trabajadoras y trabajadores del sector en diferentes ámbitos. Las trabajadoras de hogar y cuidados estamos cubriendo una parte muy importante de esas necesidades desatendidas y estamos especialmente expuestas a situaciones de vulnerabilidad por el lastre de los derechos no reconocidos.

4. Muchas familias y personas deben acudir a la contratación en empleo de hogar para cubrir esos cuidados no atendidos con recursos públicos. Muchas lo hacen con escasos recursos y probablemente hoy también tengan mayores dificultades para llegar a fin de mes. Nada se dice en este real decreto de la exoneración de la cuota a la seguridad social que sí se ha tenido en cuenta para las empresas que tramiten expedientes de suspensión de contratos y reducción de jornada autorizados en base a fuerza mayor temporal vinculada al COVID-19. Esperamos, pues es lo justo, que también se reconozca en este caso como apoyo a las familias empleadoras con niveles de renta más bajos, afectadas en sus ingresos por la crisis actual, y como mecanismo de protección a las trabajadoras.

Si somos actividad esencial, nuestros derechos también lo son. Y resulta esencial que éste sea el primer paso para alcanzar el reconocimiento de todos los derechos de forma definitiva para todas las trabajadoras, incluidas aquellas sin contrato o en situación administrativa irregular. Solo así nadie se quedará atrás. Si estas medidas pretenden proteger a los colectivos más vulnerables, es inadmisible que sean precisamente las trabajadoras más vulnerables las que sean excluidas.

Además de la incidencia política para conseguir la aprobación del decreto que protege (insuficientemente) a las trabajadoras, una de las tareas a las que más tiempo hemos dedicado los últimos meses es la información sobre Solicitud del subsidio extraordinario por falta de actividad para las empleadas de hogar (Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo). Hemos sistematizado la información en nuestra web sobre el mismo con el fin evitar que ninguna trabajadora con derecho al subsidio deje de cobrarlo.

Hablar del Empleo del Hogar exige hablar de los cuidados y su sistema de organización social. Los cuidados inciden de manera determinante en la calidad de vida de las personas en las sociedades actuales. La contribución de manera decisiva en la sostenibilidad de la vida, de los cuidados, es lo que hace funcionar a una sociedad ya que millones de personas realizamos trabajos como limpiar, cocinar, lavar, planchar, atender a niños, personas mayores, dependientes…, en definitiva, gestionar lo que hace viable una vida sana y permite a su vez, que otras muchas personas puedan acudir a trabajar, estudiar, etc.

Tras mucho trabajo, las compañeras de Trabajadoras en Acción, Territorio Doméstico, Grupo Turín y Senda de Cuidados, lanzamos una nueva Guía para Trabajadoras del Hogar y Cuidados.

Durante este periodo hemos participado en diversos actos públicos. El pasado 27 de mayo participamos en el acto virtual organizado por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía Voces situadas 12. ¿Quién cuida a la cuidadora? Capitalismo, reproducción y cuarentena.

Nuestra compañera Rafaela Pimentel mantuvo un diálogo con la escritora y activista feminista Silvia Federici y con las activistas en defensa de los derechos y la dignidad de las trabajadoras domésticas Eda Luna, Claribed Palacio y Lyudmila Montoya.

Todas ellas pusieron de relieve la inexistente conciliación entre dos formas de trabajo: producción y reproducción. Así mismo destacaron los avances en la lucha por los derechos de las cuidadoras desde lógicas alternativas al capitalismo.

El pasado 19 de mayo participamos en el Taller virtual: Prácticas de economía feminista en el confinamiento organizado por Economistas sin Fronteras, junto con Astrid Agenjo Calderón, economista feminista, y Rocío Abril Martín, del Espacio de Igualdad Hermanas Mirabal, trabajadora social centrada en la perspectiva de género.

La economista feminista Amaia Pérez Orozco, experta en economía de los cuidados, intervino el pasado 29 de mayo en el Congreso de los Diputados para enfatizar que `los cuidados son la cara B del sistema´ y advertir de que «cuanto más valor social tiene un trabajo, menos valor tiene en el mercado».

Os dejamos el vídeo para que disfrutéis de un discurso que debería escucharse todos los días en las instituciones.

Las organizaciones que trabajamos por la dignificación de los cuidados necesitamos tu apoyo más que nunca.

Para apoyar a Senda de Cuidados puedes adquirir una lámina, un delantal, un cuaderno o una postal con el diseño realizado por la ilustradora Ana Peñas, ganadora del Premio Nacional del Cómic 2018. En el diseño, puede verse a Amalia y Lucre, dos cuidadoras que desarrollan su lucha en Senda de Cuidados. Puedes adquirirlo en la tienda on line de la librería Traficantes de Sueños.

Por su parte, las compañeras de Territorio Doméstico han organizado una caja de solidaridad para aquellas compañeras que se han quedado sin ingresos o han visto reducido los mismos en los últimos meses. Puedes hacer un ingreso a la Asociación Colectivo Territorio Doméstico en su cuenta:
ES59 1491 000123000113837.