Muchos centros escolares, en estos últimos tiempos, han cambiado de aspecto. Con gusto podemos ver la variedad de niños y niñas que entran en un colegio, especialmente en algunas zonas. También a la hora de la salida nos encontramos con madres, abuelas, padres, … esperando a sus respectivos niños que reflejan las distintas historias que corren por sus venas. ¿No esta claro que esto supone una oportunidad de encuentro y aprendizaje (no exento de dificultades) que no podíamos imaginar hace, por ejemplo, 20 años?
Estos niños tienen la suerte, que nosotros no tuvimos, de tener amigos con otros referentes culturales de lugares y familias, experimentan, ya desde pequeños, aspectos de la diversidad humana: en rasgos físicos, en lenguas, en costumbres, en la vida cotidiana…etc.
Y esto ya es una gran suerte. Pero no podemos olvidar que “conocer no es lo mismo que valorar” y por eso las escuelas hoy tienen nuevas oportunidades y nuevos desafíos: ¿cómo transformar el conocimiento en aprecio y valoración? ¿cómo pasar de la coincidencia en el espacio y el tiempo (de los niños, las familias, los vecinos…) al encuentro que enriquece y complementa?
Algunos signos de vida compartida
Porque las culturas no solo se estudian y analizan, sino que se disfrutan, se sienten, se viven, muchos colegios y centros socioeducativos están respondiendo de muy diferentes maneras a las ventajas que esta situación ofrece.
Hay mucho publicado sobre las llamadas “buenas practicas”: experiencias, textos, encuentros, metodologías diversas de la llamada Educación Intercultural que sencillamente no es ni mas ni menos que el proceso -a veces largo y costoso- de aprender a vivir juntos, vivir desde el reconocimiento efectivo de que la organización de nuestra convivencia (ciudadanía) es una tarea compartida en y desde la diversidad.
Señalamos alguna referencia y pag. Web que pueden ser de interés:
– Web Edualter. La Interculturalidad a través de los Medios Audiovisuales, ofrece una gran cantidad de películas (incluidas fichas didácticas) que expresan la complejidad y riqueza del encuentro intercultural.
– Guía INTER. Una guía practica para aplicar la Educación Intercultural en la Escuela, Creade Cide, M.E.C. Se ha concebido como una herramienta para analizar, aplicar y mejorar la Educación Intercultural en la práctica educativa, proporcionando un contexto que ayuden a cambiar las prácticas si así se decide.
También quiero señalar algunas experiencias concretas, pequeñas y contextualizadas que expresen algo de lo mucho que puede surgir:
Aprendo árabe con la madre de mi amigo. No es la primera vez que en un colegio, un centro sociocultural y otros espacios educativos proporcionan aprendizaje de otras lenguas, no vinculadas al currículo fruto del interes por ella y de la disponibilidad de una persona adulta para ofrecer ese espacio de aprendizaje y encuentro.
En concreto se da el caso, en un centro socioeducativo, de que una madre marroquí se ofrece a dar clases de árabe con una doble finalidad, para unos poder aprender y/o reforzar la lengua materna y para otros niños aprender algo de la lengua de algunos de sus compañeros. La iniciativa genera un sentimiento compartido de interes y aprecio mutuo, de tal manera que se pide abrir otro grupo de adultos con las mismas características.
Juegos y cuentos del mundo. Sabemos que no siempre es fácil sustraerse al monopolio impuesto de los juegos comercializados, no hay demasiadas oportunidades de aprender juegos que no necesiten aparatos eléctricos o el uso de ordenador.
Pero, también en este caso, se une una inquietud con una oportunidad: un grupo de abuelas y abuelos están dispuestos a “jugar con los niños” y enseñarles como se divertían cuando la luz “no estaba para bromas”. Además dada la diversidad de procedencias población encontramos que la serie de juegos y cuentos compartidos provienen, no solo de distintas zonas de España (espacialmente las zonas de emigración de los años 60: Andalucía y Extremadura) sino de otros países y continentes: Bolivia, Marruecos, Polonia,… Quizás los juegos y los cuentos muestran con elocuencia que en los seres humanos es más lo que nos une que lo que nos separa y que los viajes e intercambios comenzaron hace muchos siglos.