Los pueblos originarios de Argentina, pasan desapercibidos para la inmensa mayoría de los habitantes, pero la realidad dice que son 22 los pueblos y 17 las provincias que ocupan. Aunque desalojados, marginados y empobrecidos por ese desconocimiento y por intereses egoístas, resisten tratando de recuperar sus derechos. Por eso cuando una ley de la ciudad de Buenos Aires reconoce en la agenda escolar su año nuevo y representantes de iglesias dan la cara por sus reivindicaciones, son noticias para resaltar.
El miércoles 20 de junio, Día de la Bandera nacional, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) presentó la Ley 1550/3, sancionada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el año pasado. La norma señala oficialmente el 21 de junio como «año nuevo de los pueblos originarios del hemisferio sur».
«Institúyase el día 21 de junio como ‘Año Nuevo de los Pueblos Originarios’. -Justifíquese la inasistencia a los alumnos de todos los niveles y modalidades de la Ciudad de Buenos Aires, siendo único requisito la manifestación escrita de los responsables de los niños», decretan los dos primeros artículos de la ley.
Cada 24 de junio el pueblo Mapuche y las culturas andinas celebran el comienzo de un nuevo ciclo, prospero en energías. La fiesta conocida como el We xipantu es el año nuevo mapuche, coincidente con el Inti Raymi (de la tradición Inca) donde se elevan ruegos y agradecimientos a un mismo elemento: el sol, fuente de sabiduría y renovación.
Para algunos, el inicio del invierno, para otros, los pueblos del Sol y de la tierra, nada más y nada menos que el año nuevo donde llega el momento en que un ciclo se cierra para dar comienzo a uno nuevo: el fortalecimiento del lazo vital entre la tierra y los hombres. Y dentro del mismo movimiento de unión, el fortalecimiento entre el lazo de los hombres entre los hombres.
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (ENDEPA) dice que para estas culturas, desde el 21 al 25 de junio la naturaleza modifica todos sus elementos, cambios profundos que involucra a todos los seres vivos.
En sintonía con el festejo del año nuevo, Presidentes, Obispos y Moderadores de las Iglesias de CLAI visitaron ayer el INAI, reuniéndose con el Presidente del organismo, Dr. Jorge Rodríguez y con Antonio Dell?Elce, Director de Tierras y Personería Jurídica. La conversación giró en torno a la Ley 26160 de noviembre de 2006. Esta Ley protege a los indígenas en la reivindicación por tener la posesión de sus tierras.
«Fuimos informados sobre el ?Programa de acceso a la justicia?? que tiene el INAI y cómo el mismo ayuda a los indígenas a presentar sus demandas y a sostenerlas, principalmente en cuanto al acceso a sus tierras y la posibilidad de lograr el título comunitario. Se habló también de cómo fue el proceso para llegar a la Ley de Tierras», dice el informe de la entrevista preparado por Juan Gattinoni, secretario regional del CLAI.
En cuanto a la Ley 26160, se encuentra operando y defendiendo a los indígenas en los juicios de desalojo de sus tierras. Y afirman que está elaborado el Decreto Reglamentario que está a la firma del Presidente de la Nación.
Rodríguez invitó a las Iglesias a que sean testigos de este proceso en defensa del derecho histórico de los indígenas a la posesión de la tierra y a denunciar situaciones en que esto no se cumpla. «Así mismo nos pidieron que procuremos abogados o estudiantes de abogacía que estén dispuestos a comprometerse (litigar) por la causa indígena para ayudarles en la formación y proveer los medios para que puedan sumarse a esta tarea», informa Gattinoni.
Con una larga historia de compromiso en la causa indígena de las iglesias participantes en la entrevista, los representantes se ofrecieron para monitorear el proceso, en especial en las provincias donde ya se viene trabajando.