La amenaza de excomunión a los que incurran y practiquen abortos, así estos procedimientos no estén sancionados por la ley penal, ha generado nuevamente polémica en Colombia, un país mayoritariamente católico.
La controversia corrió por cuenta del cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, quien habló desde Roma.
El cardenal hizo declaraciones a propósito de la práctica -la semana anterior- del primer aborto no penalizado en un hospital público de Bogotá a una niña de 11 años, quien habría sido violada por su padrastro, y quien tenía ocho semanas de embarazo.
Es la primera vez que se practica abiertamente un aborto de esa naturaleza en Colombia después de que la Corte Constitucional los autorizó en tres circunstancias excepcionales a principios de mayo pasado.
Caso excepcional
La sentencia de la Corte, sin embargo, sigue sin ser publicada y, por tal motivo, la práctica de abortos en casos excepcionales se ha dificultado.
Por esa razón, en el caso de aborto a esta niña tuvo que intervenir hasta el Fiscal General de la Nación, Mario Iguarán, pues el Hospital Simón Bolívar -donde estaba internada la menor violada- se negaba a practicarlo.
En declaraciones a la cadena radial RCN, el cardenal colombiano López Trujillo dijo que «si nos atenemos a lo que dice el canon 1398 (del Código Canónico), incurren en excomunión ipso facto » los que intervienen en el aborto.
Ese código profiere ex comuniones automáticas latae sententiae no sólo a los católicos que participan en un aborto, sino también a los que incurren en sacrilegios y atentan contra el Romano Pontífice.
Que me excomulguen a mi
El gerente del Hospital Simón Bolívar donde se practicó el aborto, Héctor Lemos, dijo que él acepta la responsabilidad porque estaba cumpliendo con la ley, pero pidió que no excomulgaran al personal médico que intervino en el aborto.
Mónica Roa, la abogada que ganó ante la Corte Constitucional la demanda contra los artículos del Código Penal que castigan el aborto en todos los casos, afirmó a BBC Mundo que, por fortuna, «el debate ahora es en los términos canónicos, pero no del Código Penal».
«Es decir, después del fallo de la Corte Constitucional, a las mujeres colombianas no las pueden meter a la cárcel por un aborto que ya no está penalizado», añadió.
La corte colombiana derogó la penalización del aborto en casos de violación de la mujer, de grave peligro para su salud o de malformación del feto.
«Si los católicos se quieren apartar del fallo de la Corte, lo pueden hacer. Los pueden amenazar con el infierno, pero ya no con la cárcel», le dijo a la BBC la abogada.
Después de que la Corte Constitucional aprobó despenalizar el aborto en los tres casos, el cardenal primado de Colombia, Pedro Rubiano Sáez, dijo que los seis magistrados que votaron a favor la decisión serían ex comulgados. Pero eso nunca ocurrió.
Mientras tanto, se sigue esperando el texto de la sentencia de la Corte Constitucional y la reglamentación del aborto en casos excepcionales que deberá expedir el Gobierno.