Un sector importante de los sacerdotes españoles no están contentos con los contenidos de la COPE y su escaso seguimiento al auto impuesto ideario. Esta vez ha sido el Abad de Montserrat Josep María Soler ha declarado a El País que ‘es lamentable que los obispos no tengan el coraje de frenar la estrategia de envenenamiento de la sociedad que llevan a cabo colaboradores de la COPE’.
En clara referencia a Federico Jiménez Losantos y su equipo, el Abad reconoce que hay un gran sector que no comulga con la COPE y que ha realizado varias gestiones ante el Vaticano y la Nunciatura protestando por los contenidos de la emisora.
En febrero el Obispo de Barcelona Josep María Soler declaró en TV3 que se había sentido ‘ofendido’ oyendo la COPE. No es la primera vez que obispos, especialmente los catalanes, pedían que su emisora cambie de rumbo hacia una dirección compatible con su propio ideario. Según el obispo de Barcelona, ‘todo medio de comunicación debe ser coherente y éste, que es de la Iglesia, aún más. La COPE no nos ayuda a nuestro ministerio, no ayuda al papel de los cristianos en la sociedad y crea una defección respecto a la Iglesia’. Y se ha sentido ‘ofendido’ porque ‘no respetan debidamente a las personas y a las instituciones’.
Con todo, estas críticas contrastan con la nueva carta de navegación que la radio intenta establecer y las declaraciones de José Luis Restán, nuevo director general de Contenidos de la Cadena COPE, la ‘emisora pasaría a ser un instrumento eficaz y una ventana a los contenidos que la Iglesia quiere proponer y comunicar’. Sorprendentes palabras si consideramos que la Conferencia se ha desligado últimamente de la gestión de la emisora y que muchos sacerdotes critican en privado y ahora en público, las declaraciones y polémicas generadas por Federico Jiménez Losantos. Las cosas están revueltas y no sólo en la cadena de los Obispos sino que en la propia organización interna de los sacerdotes.