No le bastaba a este nuevo Papa germánico y coquetón -hay que ver cómo se cuida su melenita delantera- con volver a imponer las penas eternas del infierno sino que además va a volver a imponer el latín como lengua eclesiástica en una época en la que esta lengua es total desconocida para la inmensa mayoría de la población con lo cual lo que es vulgaridad. ¡Arriba los corazones! se convierte en misterioso lenguaje esotérico cuando decimos sursum cordae.
No se si se escribe así, pero es una buena muestra de cómo aquello que aprendimos cuando éramos niños de la España católico-franquista se nos ha quedado para siempre en los recuerdos vagos de una nebulosa que no nos gustaría volver a encontrar.
Pero la Santa Madre Iglesia- la única y verdadera: hace falta morro- desea volver a sus lenguajes que nadie entenderá; que los beatos y beatas seguiremos con asombro como si algo importante y trascendental nos estuviesen comunicando.
Pasa lo mismo que con las canciones en idiomas que desconocemos. Parece que nos dicen cosas trascendentes, verdades como puños y al final, cuando alguien te las traduces, la mayoría de los textos se caen por su propia simpleza. Y eso está pasando en la misa y de ahí la necesidad eclesial del boato romano, del lenguaje esotérico y de la desvergüenza de olvidarse de Cristo, de los obispo asesinados en el Congo, de don Óscar Romero, símbolo de la dignidad y no este nuevo grupo de radicales talibanes católicos que, si nos descuidamos, acabaremos rezando aquello de “Familia que reza unida, permanece unida” aunque cada uno, hipócritamente, anduviese por su lado.
Como los españoles siempre andamos con retraso, ahora nos quieren imponer la ideología neo-con de los USA, aunque aquí nunca estuviese mas allá de la puerta del vecino. Pero ahora, satisfechos por las ideologías de Bush aquí se ponen a lo mismo.
Van contra el nuevo ministro de Sanidad antes de que el hombre tome su cartera y ese portavoz jesuítico, símbolo de la hipocresía católico vaticana, se suelta con una serie de insultos personales. Luego a ti te piden respeto.
O nos movemos todos, o esta nueva jerarquía aviolentada, se nos va a echar encima y lo duramente hemos conseguido en años de lucha contra aquel ídolo suyo que era Franco y sus represiones y asesinatos, no nos los vamos a quitar de encima.
El señor Presidente del Gobierno debe empezar a tomar nota.
