En estos días estoy recibiendo gran cantidad de escritos muy críticos contra la manifestación de los obispos en defensa de la familia. Es imposible subir todo a esta Web. Me he tomado la libertad de seleccionar algunas de las afirmaciones que más se repiten:
Sorpresa, malestar, irritación y vergüenza por afirmaciones manifestadas por lo obispos que de ningún modo representan el sentir de la inmensa mayoría de los cristianos.
Se ven unos obispos sectarios, fundamentalistas, con un deseo de confrontación social y política, tratando de imponer a toda la sociedad unos planteamientos que de ningún modo representan el sentir de la mayoría de los cristianos
¿Dónde está problema? ¿Qué familia católica está siendo amenazada?
Instrumentación política de una concepción de la familia que tiene derecho a defender, pero no a imponer a todos los españoles.
Aumento del creciente desprestigio que está teniendo la Iglesia en la sociedad
Necesidad de dar pasos definitivos en la separación Iglesia-Estado, en el estado aconfesional.
Crítica al Gobierno por la benevolencia que está teniendo con los obispos. ?Cría obispos y te sacarán los ojos??.
Necesidad de revisar los acuerdos Iglesia-Santa Sede,
Necesidad de revisar ?ya?? las subvenciones que se está dando a los obispos.
Necesidad de realizar campañas en contra del 0,7 que de nuestra declaración de la renta que se está dando a los obispos.
Aumento de los que desean se les borre como cristianos o se les excomulgue, dado que la Iglesia se niega a borrarlo de sus libros.
El partidismo de los obispos con el PP.
La dificultad y casi imposibilidad de cualquier diálogo con los obispos, dado que al utilizan el evangelio y su autoridad para hablar en nombre de Dios, se sienten por ello en posesión de la verdad. Una verdad que creen debe ser impuesta a todos, sean creyentes o no lo sean.
Necesidad de discrepar con sensatez del rumbo que está tomando la Iglesia en la persona de los obispos. Nuestro silencio puede hacer tanto o mas daño que sus arengas en busca de objetivos electorales.
La Iglesia no tiene autoridad ni credibilidad para hablar de democracia y derechos humanos cuando dentro de ella no hay democracia ni hay derechos humanos.
La Iglesia en los obispos se está presentando como un peligro para nuestra democracia del mismo modo que suponen los fundamentalistas islámicos o de otro tipo. Están dando pasos a un trasnochado y soñado nacionalcatolicismo.
Todo grupo tiene derecho a exponer sus creencias y exigírsela a sus socios, pero ninguno está autorizado para imponer sus creencias a todos los españoles por encima del Parlamento.
¿Qué se pretendía con la manifestación? ¿Qué el Gobierno diese marcha atrás? Era evidente que no. Su objetivo no era otro que una manifestación pública del poder de los obispos ante unas próximas elecciones.
¿Dónde vemos a los obispos manifestándose y donde brillando por su ausencia? ¿Qué pretenden defender, lo que es más justo y más evangélico, o más bien sus intereses de bienestar, comodidad, tranquilidad espiritual y de paso sus aspiraciones de poder social?