A PROP?SITO DE LAS PALABRAS DE BENEDICTO XVI: «LA IGLESIA NACE EN LAS CASAS DE LOS CREYENTES». Juan Cejudo

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Reconozco que me ha gustado la reflexión que ha hecho Benedicto XVI en la Audiencia General de los miércoles citando a Priscila y Áquila, un matrimonio colaborador de S. Pablo en Corinto.
Ha dicho muy claramente que la Iglesia no tenía templos durante los 3 primeros siglos del cristianismo. Y que era en las propias casas de los primeros cristianos que se reunían para escuchar la Palabra y para celebrar la Eucaristía, donde los nuevos creyentes celebraban su fe y donde nacían los nuevos cristianos.

Es un mensaje bonito, fresco. No hacían falta templos ( mucho menos templos llenos de joyas de plata y oro ) para vivir la fe y hacerla llegar a otros.

Las primeras comunidades se reunían en las casas, al calor acogedor de una familia donde escuchaban la Palabra y celebraban la Eucaristía y donde comían compartiendo lo que cada uno llevaba.

Un mensaje que debiera servir para hoy. Estas palabras del Papa me confirma lo que en mi Comunidad ( y seguro que en muchísimas otras) venimos haciendo hace años : nos reunimos en nuestras propias casas, rotativamente y compartimos todo : la vida, las preocupaciones, las alegrías, las tristezas, la reflexión en común de temas de interés, la escucha de la Palabra y la celebración en ocasiones de la Eucaristía entre todos. También el campo, al aire libre, ha sido lugar para nuestras celebraciones.

No nos han hecho falta templos, ni curas profesionales que todo lo dirigen mientras los fieles callan y obedecen sin posibilidad de expresar su opinión ni de levantar su voz para decir lo que piensan.

Quizá la evolución a través de los siglos, desde las reuniones en las casas hasta las ?misas de los domingos?? en las Iglesias ha hecho perder mucha frescura, sencillez evangélica y ambiente de comunidad a quienes acuden friamente para ?cumplir con el precepto??.

Las primeras comunidades cristianas vivían la fe de modo mucho más auténtico. Y qué duda cabe que el ?marco?? de una casa familiar ayuda mucho más a ello que una Iglesia donde tantas cosas se han ido desvirtuando con el paso de los tiempos y que están a la vista de todos : rezos rutinarios, sacramentos por conveniencia social, lujo en muchas ocasiones en nuestras patronas y cofradías y ningún sentido de verdadera comunidad cristiana donde apenas nadie conoce a nadie y donde le cura dirige absolutamente todo.(Evidentemente hablo en líneas generales. Ya se que hay excepciones)

¿Será por eso que las iglesias se quedan vacías y los jóvenes , en general, salen a estampida de ellas ante unos ritos que les aburre y no les dice nada?

¿Será por eso también que no es atractivo ser cura para eso y que por eso hay tanta falta de vocaciones?

Quizá todo fuera distinto si la fe se viviera más bien en el marco de una familia cristiana que ofrece su casa para que en ella pueda reunirse la Comunidad y vivir su fe más en consonancia con el Evangelio de Jesús.

Juan Cejudo Caldelas.-Cádiz
jucecal@ono.com

Cádiz, 13 de Febrero de 2.007