Enviado a la página web de Redes Cristianas
Escribo estas ideas a partir de la oportunidad que hemos tenido los ecuatorianos de cumplir la ley dictada por el estado de quedarnos en la casa a fin de detener la propagación del corona virus, que viene causando muertes en todo el mundo, convirtiéndose en una pandemia mundial.
Hago sin ningún afán de protagonismo político o religioso, me motiva, como creyente, el deseo de manifestar la solidaridad con los hermanos del mundo que han perdido a sus seres queridos o tienen a sus familiares en los hospitales o en sus casas aislados de la familia.
El termino cuarentena significa cuarenta días que se encuentran aislados las personas que vienen de lugares donde hay o habido epidemias. En nuestra realidad el tiempo ha sido reducido a catorce días, de acuerdo a la disposición de los entendidos en esta materia.
Ahora con mi esposa Rosita estamos cumpliendo a cabalidad con este mandato de quedarnos en la casa. Nuestros hijos se han preocupado de dotarlos con los alimentos que necesitamos.
Brevemente señalo las actividades que realizamos: luego de levantarnos hacemos la oración, después, pasando un día hacemos los ejercicios físicos que aprendimos en el bailo-terapia del barrio, de allí pasamos a preparar el desayuno y nos servimos. El trabajo doméstico empieza limpiando la casa, sacando la basura, dando de comer al perro y a unas gallinas que tenemos.
Rosita prepara el almuerzo y yo hago algunas tareas de escritorio, hasta que llega el almuerzo, el cual nos servimos y después tomamos un merecido descanso.
La tarde lo empleamos en la oración y meditación que por esta ocasión lo hemos hecho siguiendo en línea a través del celular conectados con el Centro de espiritualidad Luna-Sol, otros días haciendo lecturas recomendadas y ejercicios apropiados.
Un día realice la celebración de la fracción del pan, recordando los ejemplos del obispo Jerónimo Podestá y de José Antonio Quintanar de México, que enseñaban que se debe cumplir el encargo de Jesús: ?Hagan esto en memoria mía??.
En el ambiente que estamos pasando hemos conversado sobre estos temas: -.Dios creo el cielo y la tierra y entrego al hombre para que le cuide y se alimente, pero este mandato no hemos cumplido, al contrario lo estamos destruyendo y mirando que mucha gente se muere de hambre. Estamos destruyendo la creación e incumpliendo la ley de Dios.
La pandemia corona virus no es un castigo de Dios, sino de las fuerzas del mal encarnadas en los poderes económicos que luchan por el dominio del universo.
Pensamos que el mandato de quedarnos en la casa es una buena oportunidad para pensar en el amor y la fidelidad que debe reinar en el hogar, entre los esposos y los hijos. También perdonarnos en caso que haya existido algún problema.
Somos testigos de la situación de pobreza y hambre que hay en el mundo debido al egoísmo que ha hecho que los poderosos opriman y exploten la fuerza de trabajo de los trabajadores. La búsqueda del poder político y económico, han hecho que se desaten las guerras fratricidas.
En nuestras oraciones hemos tenido presentes a nuestros hermanos que han fallecido y se encuentran en el lecho del dolor por causa del corona virus.
También a todos los servidores de la salud que exponen sus vidas al atender a los enfermos del corona virus, recordamos las palabras de Jesús ?Nadie ama más a su hermano sino aquel que está dispuesto a dar la vida por él??.
Pedimos a Dios y a nuestra madre María que nos libre de este mal.
Quito 28 de Marzo 2020