A la atención del señor director del diario «La Verdad» de Murcia -- José Antonio Fernández Martínez.

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En relación a la información publicada por La Verdad el pasado, sábado recogiendo declaraciones de Martínez Camino, portavoz de la Conferencia Episcopal, contra el que suscribe, Jose Antonio Fernández Martínez, profesor de religión despedido y cura secularizado con juicio pendiente ante el Tribunal de Estrasburgo, en mi propio nombre deseo puntualizar:

1.-Que consta probado en el procedimiento judicial que mi conducta como profesor de religion fué ejemplar y jamás enseñé nada contra la doctrina de la Iglesia Católica.
Por tanto la información dada por Martínez Camino contra mi es una difamación. Dejar el sacerdocio en 1984 no es ningún ataque a la doctrina católica sino un derecho personal que al igual que yo, han ejercido miles de sacerdotes en España.

2.-El Obispo de Cartagena nunca despidió a Jose Antonio Fernández por haber incumplido ningún deber como profesor ni por enseñar nada contra la Iglesia, sino por «hacer pública su situacion» de cura casado, algo que era sabido desde el comienzo en 1991 por el propio Obispo, los alumnos, los padres y los demás profesores.

3.-Martínez Camino, en nombre de la Conferencia Episcopal, intenta tergiversar los datos de mi despido presentando el caso ante la opinión publica como si fuera otro distinto. Esa sucia táctica ha sido tambien usada por el abogado del Estado ante Estrasburgo, Fernando Izurzun Montoro y por ello ha sido denunciado públicamente en la vista del 22 de noviembre en Estrasburgo, por mi abogado del demandante,que señaló al abogado del Estado como autor de mentiras y tergiversación que intentaba engañar al Tribunal Europeo faltando a las reglas del procedimiento que impiden inventarse causas de despido no aducidas en su momento por la empleadora. El video de la vista atestigua esta denuncia.

4.-Que es falso que «todos los tribunales españoles» hallan fallado en favor del Obispado; el Juzgado de lo Social 3 de Murcia estimó mi demanda por despido, y en el Tribunal Constitucional el Obispado ganó por cuatro votos contra dos discrepantes favorables a estimar el amparo.

Jose Antonio Fernández Martínez