El presidente español deja claro en Shanghai que el Gobierno «está concentrado en los presupuestos y en las leyes económicas»
José Luis Rodríguez Zapatero ha dejado claro hoy que el Ejecutivo da carpetazo a toda iniciativa legislativa que no sea de índole económica, incluida la Ley de Libertad Religiosa. «El Gobierno está concentrado en los presupuestos y en las leyes económicas», ha justificado el presidente del Gobierno español.
«Tenemos varias leyes pendientes e importantes, como la Ley de Economía Sostenible», añadió Zapatero durante la rueda de prensa que ofreció en Shanghai, dentro de la minigira asiática que le llevará a China y Japón.
La noticia ya había sido adelantada por el equipo del presidente, que no quiere que el debate sobre la religión en España origine una nueva polémica justo cuando se inicia un ciclo electoral: a las elecciones catalanas de otoño, seguirán en mayo de 2011 las municipales y las autonómicas en 13 comunidades. Ese proceso culminará en 2012 con las generales, siempre y cuando se agote la legislatura.
La prometida ley se quedará, pues, en el cajón de las promesas incumplidas por el Gobierno. Tanto la Iglesia como la derecha política y mediática se habían mostrado muy beligerantes contra el proyecto y en el Ejecutivo se ha impuesto la tesis de que no es el momento de trasladar este debate a la sociedad, informa Iñigo Aduriz. «Es una ley de principios de legislatura», explicó a Público un miembro del Gobierno. Esta tesis está extendida no sólo en la Moncloa, sino también entre buena parte de la cúpula del PSOE.
Poco factible
Al margen de los intereses electorales, son varios los ministros que consideran que en España «no hay un conflicto de libertad religiosa, en todo caso habrá un problema por el Concordato» suscrito con el Vaticano en 1953 y que regula las relaciones del Estado con la Iglesia católica.
Según fuentes gubernamentales, la mayor parte del Ejecutivo tampoco ve factible que, en caso de que se inicie la tramitación de la nueva ley, esta finalmente pueda salir aprobada del Parlamento. La derecha, representada por PP, CiU y PNV, votaría en contra y la izquierda presionaría para cambiar un texto que consideraría insuficiente, a tenor del último borrador, bastante menos laicista que los anteriores. Fuentes de la Moncloa admitieron que el documento actual es bastante «pacato», de forma que es probable que «despertara demasiados recelos a izquierda y derecha, y no contentase finalmente a nadie».
No obstante, esas mismas fuentes no descartan que Zapatero decida en el último momento reactivar la tramitación de la ley como un gesto que, al final de la legislatura, pudiera movilizar el voto de izquierdas. En esa misma línea, en la comisión permanente de la ejecutiva federal del PSOE hay quien considera que la tramitación de la ley permitiría precisamente a los socialistas hacer «un guiño al electorado de izquierdas», descontento con los recortes sociales del Gobierno, explicaron fuentes del partido. No obstante, la mayoría de la cúpula socialista cree que «no es el momento» de iniciar el debate sobre la libertad religiosa porque «no hay ambiente» y porque se corre el riesgo de provocar tensiones en la opinión pública.