InicioRevista de prensatemas socialesYo no soy de 'Charlie Hebdo'##Juan A. Estrada

Yo no soy de ‘Charlie Hebdo’ -- Juan A. Estrada

Publicado en

Enviado a la página web de Redes Cristianas

Diario de Sevilla, 17 01 15
EL reciente atentado del terrorismo islamista ha despertado una oleada de solidaridad en todo el mundo. Se trata de defender la libertad de expresión, sí, pero sobre todo de rechazar el asesinato de personas que sólo tienen su pluma y su palabra, y que están indefensos ante la violencia asesina. Es indudable el componente religioso del doble ataque, que caracteriza a las actuaciones de ese islamismo radical. La toma de conciencia de que el atentado de París puede repetirse en cualquier momento y en otro sitio también ha contribuido a la respuesta colectiva, simbolizada por la gran manifestación francesa. Nadie está seguro cuando los terroristas tienen capacidad de matar. Por eso, el atentado ha suscitado una respuesta rápida y general. 

Sin embargo, sería un error ver lo ocurrido como un simple atentado a la libertad de expresión. Llama la atención el escaso eco y la poca solidaridad que ha suscitado el hecho de que cuatro de las víctimas sean hebreas. Parece que eso no importa tanto, cuando el antisemitismo sigue siendo una realidad amenazadora en Europa, también en Francia, y se suceden incidentes antisemitas de una forma regular y constante. El silencio y el desinterés al respecto nos interpela a todos, porque muestra que todos son víctimas del terror pero no todos suscitan parecida reacción solidaria. Faltan defensores de los que son matados por la simple pertenencia a una religión, sea la que sea. En general hay una indiferencia de la opinión pública respecto de los que son perseguidos y asesinados por motivos religiosos. 

A esto hay que añadir una segunda connotación, la de identificarse no sólo con las víctimas sino con la revista contra la que se ha atentado, sin más matices y consideraciones. Se trata de una revista que se ha distinguido durante años por críticas, a veces soeces e hirientes, a las tres religiones, el Islam, el judaísmo y el cristianismo. De forma reiterada se ha agredido los sentimientos de las personas que pertenecen a esas religiones, buscando no sólo criticar sus doctrinas y prácticas, sino lastimar la sensibilidad de los que se adhieren a ellas. Muchas veces se obtiene un éxito periodístico y de audiencia, en base a agredir verbalmente o por escrito a los otros, aunque lo que se diga carezca incluso de verdad y de respeto. Por eso, hay que diferenciar. Siempre hay que estar contra los asesinos y defender a las víctimas, pero eso no implica identificarse con todo lo que éstas han dicho o hecho. 

En Francia hay varios millones de musulmanes y muchos de ellos viven en condiciones de pobreza, de marginación social, y de racismo. La identidad religiosa es de las pocas cosas que les quedan para autoafirmarse y eso diferencia al Islam de los creyentes de las otras religiones, con más capacidad para asumir las ofensas sin recurrir a la violencia. Sienten una creciente hostilidad ante ciudadanos europeos que les menosprecian y frecuentemente les humillan. En esta situación, provocar a estas personas, atacando de forma denigratoria su credo religioso, es una práctica inmoral, aunque sea legal porque se basa en la libertad de expresión. Por supuesto que hay que defenderla, pero eso no implica absolutizarla, como si todos los derechos sociales no tuvieran limites y exigieran prudencia cuando colisionan con otros, como la libertad religiosa. Provocar a una minoría frustrada y humillada es una temeridad, aunque la ley permita hacerlo. 

Eso no quiere decir que el asesinato sea justificable, no lo es nunca. Pero en una sociedad conflictiva en la que conviven distintos credos e ideologías hay que también aprender a practicar las críticas, criticando las ideas, pero procurando no herir a las personas, mucho menos cuando estas ya se sienten bastante heridas. Europa tiene que aprender a convivir en una sociedad compleja y heterogénea, en la que el respeto al otro, individual y colectivo, es una condiciónsine qua non para la paz social. Si no es así, se hará realidad el pronóstico de Huntington sobre el choque de civilizaciones, motivado por enfrentamientos con fuertes componentes religiosos. 

Hay fanatismo religioso, pero también intolerancia radical laicista. Ambas son semilla de conflictos, que degeneran en violencia. Defender la libertad de expresión es una cosa, alentar a los que provocan a gente que se siente explotada y humillada, es otra cosa. Por eso, «yo no soy de Charlie Hebdo» ni me identifico con grupos, ideologías y entidades que viven de agredir a los otros, frecuentemente a personas que están entre las más débiles y marginadas de la sociedad. El progresismo es también estar con los más pobres y marginados, no con los que los humillan.

Últimos artículos

Francisco recibe a la Conferencia Eclesial de la Amazonía -- Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Vatican News Tras la audiencia del Pontífice, las representantes de la Conferencia Eclesial de la...

El Evangelio transmitido a través del diálogo y la amistad -- Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano

Vatican News El estudio y la preparación suscitan interés y admiración, pero es la coherencia...

La Iglesia reconoce ahora un millar de casos de abusos, la cuarta parte de los datos que calcula su propia auditoría -- Jesús Bastante

eldiario “Sentimos dolor y vergüenza” recalcó el portavoz de la Conferencia Episcopal en un acto...

Noticias similares

Francisco recibe a la Conferencia Eclesial de la Amazonía -- Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

Vatican News Tras la audiencia del Pontífice, las representantes de la Conferencia Eclesial de la...

El Evangelio transmitido a través del diálogo y la amistad -- Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano

Vatican News El estudio y la preparación suscitan interés y admiración, pero es la coherencia...

La Iglesia reconoce ahora un millar de casos de abusos, la cuarta parte de los datos que calcula su propia auditoría -- Jesús Bastante

eldiario “Sentimos dolor y vergüenza” recalcó el portavoz de la Conferencia Episcopal en un acto...