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Allá por los primitivos tiempos en que el ser humano empezó a pensar sintió miedo de lo que no comprendía. Los terremotos, los rayos y lluvias
torrenciales les provocaban un miedo intenso. En su inteligencia incipiente pensó que algún ser poderoso se mecía en las esferas superiores y producía esos fenómenos ambientales.
Ese supremo ser lo trataría de aplacar y pensaba en ofrecerle algo para tenerlo contento. Así surgieron los sacrificios y ofrendas de frutos y otros seres vivientes. Con el tiempo descubrió el fuego y mediante el humo pensó que podría llegar a conectar con ese ser superior mediante sus
ofrendas. Unas tribus a otras se transmitieron los mismos modos de tener contento a esos supuestos seres supremos.
Los chamanes y jefes de tribus se convirtieron en intercesores y mensajeros de los diversos dioses.
Pasado el tiempo cada pueblo o tribu tuvo sus dioses propios y los dirigentes sociales se constituyeron en mediadores o ministros de esos
supuestos dioses inventados. Les atribuyeron cualidades y pensamientos humanos y hasta comprendieron que podían ser chantajeados mediante las ofrendas y promesas del futuro.
En nuestro caso cercano el sabio y discreto pueblo judío, habituado a convivir con las diversas mitologías de los pueblos circundantes descubrió la solución a esa diversidad de dioses. Entonces invento la existencia de un solo Dios verdadero al que atribuyó las virtudes o cualidades de ser todo poderoso, sabio y creador del universo entero. Ese
dios daría lugar a una mejor convivencia entre los hijos de Israel y serviría para crear un movimiento unitario para el pueblo judío.
A este dios le llamo JEHOVA, ELOHIM, YAV, etc. De ese concepto de dios
procedemos los cristianos.
En la fecunda producción literaria de este `pueblo judío surgieron muchos profetas y escritores diversos que trataron de hablar en nombre de ese
dios para adoctrinar a su pueblo y mantenerlo unido durante muchos siglos, con la esperanza de que ese nombrado dios vendría a vivir en la tierra en forma de hombre mortal. A ese mesías prometido, entre los cristianos le llamamos Jesús de Nazaret.
Almería 20 de mayo del 2023