Enviado a la página web de Redes Cristianas
Hoy me incumbe el amor enamorado
hoy me incumbe la brisa y el narciso
la lucidez de este día indeciso
y el recuerdo de tu ser adorado.
Pero ando triste y abandonado
pero ando hirsuto y algo circunciso
por el corona-virus y su inciso
que marca un espectáculo (c)errado.
Abriré las compuertas de la vida
abriré los balcones a la espera
a la espera de un poco de alegría:
pues queda vida tras la dura brega
y tras el llanto una sonrisa niña
capaz de albergar la nueva tregua.
(Que no hay felicidad sin condiciones
y hoy me incumbe el amor amortajado
cantado en este vírico soneto).