Miles de civiles han huido de los combates en el noreste de la RDC donde el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (HCR) trabajan concertadamente para disminuir los sufrimientos de la población. «Estos últimos combates subrayan la necesidad de una presencia humanitaria fuerte en el Este de la RDC», opinó Charles Vincent, Director del PAM en el país, en un comunicado publicado hoy en Londres.
«Agencias como el PAM y el HCR tienen un papel esencial en la asistencia a los que se encuentran cogidos en medio de los combates y los que puedan instalarse cuando reine la paz», añadió
Durante las últimas semanas, combates violentos entre diferentes milicias y tropas gubernamentales han forzado a más de 64.000 personas a huir de sus casas en la provincia del Kivu Norte.
Las víctimas de los combates se han reunido en campamentos de fortuna a 100 Km. de Goma, mientras que millones siguen viviendo en el bosque, escondidos de día y cultivando sus campos por la noche.
Equipos de vigilancia del HCR procedieron a realizar 25 evaluaciones de urgencia en las zonas de crisis para determinar las necesidades de los aldeanos desplazados. Algunos testimonios cuentan que los grupos armados son culpables de graves violaciones de derechos humanos.
Aunque la violencia haya estado siempre presente en esta parte del Este de la RDC, el resto del país tiene una estabilidad que ha permitido a 96.000 refugiados volver a sus casas algunos después de 8 años de exilio.
El HCR realiza campañas de retorno voluntario desde 5 países vecinos, entre los cuales están Tanzania y Burundi, pero el número de participantes es más bajo de lo esperado (solo 8.000), pues los refugiados temen las difíciles condiciones de vida a las que pueden tener que enfrentarse.
Más de un millón de personas están desplazadas en la RDC como consecuencia de conflictos y persecuciones y dependen de Naciones Unidas y sus Agencias asociadas para su asistencia y protección.