Enviado a la página web de Redes Cristianas
En nuestro presente más inmediato las cuestiones migratorias no han cambiado demasiado. Ser una persona regularizada supone soportar tres años de clandestinidad, dos en caso de arraigo por formación, hasta conseguir un empadronamiento, informe de arraigo social, y un contrato de trabajo. No hay muchas más alternativas.
Tal vez, reagrupamiento familiar, si lo conceden, y la celebración de un matrimonio con alguien de nacionalidad española o de la Unión Europea. Las citas para solicitar el asilo están colapsadas. En caso de ser atendidas, lo conceden muy de tarde en tarde.
Como novedad, se consagra el racismo en el Congreso de los Diputados por la presencia de una fuerza política de extrema derecha. Uno de los objetivos de ese partido es atacar a los menores no acompañados y a los ex tutelados abandonados por las administraciones al cumplir la mayoría de edad. Es este último grupo de migrantes, el que hoy tiene unas carencias más potentes, motivadas por su situación de ?vivir?? en la calle.
La deshumanización ha ido ganando terreno en casi todos los órdenes de la vida, baste señalar el trato a las personas mayores durante la pandemia del Covid-19. Hay otros muchos ejemplos que ocurren aquí y en países empobrecidos donde el abandono de la comunidad internacional es evidente. Parece que sus vidas y sus muertes no importan. Si la inmigración es un ejemplo palpable, no olvidemos el drama de los refugiados que sufren las consecuencias de las guerras y a quienes los países que venden armas no les permiten que crucen sus fronteras: pagan por no verlos.
Humanizar la sociedad partiendo de un grupo oprimido parece una meta imposible de alcanzar. Los valores de las distintas revoluciones, sintetizados en las proclamas de la revolución francesa, se convierten en utopías fuera de control. Los derechos humanos conocen un retroceso no solo en España sino en toda Europa y en el mundo. La inmigración nos sitúa a quienes vivimos en los supuestos países libres en una encrucijada de la que aún no hemos sabido emerger.
La Fundación SEVILLA ACOGE tiene como objetivo acompañar a las personas procedentes de otros países en su itinerario migratorio desde la humanización más radical, un concepto muy arraigado desde sus inicios, gracias a su fundadora Reyes García de Castro.
?VER Y VERNOS?? es una exposición de fotografías que pretende ser una llamada de atención, una reflexión, en la que queremos poner de manifiesto las dificultades que tienen las personas migrantes en nuestro país. Va dirigida a aquellas personas de buena voluntad que desconocen el sufrimiento que conlleva el hecho migratorio. Va dirigida a quienes han luchado y aún luchan por construir un país donde nadie se sienta extraño. Va dirigido, finalmente, a quienes todavía creemos en la utopía.
PROGRAMACI?N
DÍA 2 febrero: 19 h. Inauguración.
Explicación de los autores de las fotografías.
19,30 h. Conferencia:
Las migraciones hoy, dificultades y problemas.
DÍA 3 febrero: Visitas de 11-14; de 17-19 horas.
DÍA 4 febrero: Visitas de 11-14; de 17-19 horas
Información sobre arraigo por formación, programas laborales, proyectos en redes, proyecto ?Confía?? y Exposición Heura.
DÍA 5 febrero: Visitas de 11-14. Clausura.
Exponen sus fotografías para interrogarnos:
Alejandro Antona: Periodista y fotógrafo. Experto en comunicación empresarial e institucional. Profesor de la Facultad de Comunicación.
Maribel Suárez: Fotógrafa Social. Desde 2014 ha expuesto en toda Andalucía, Madrid, Lisboa.
La Exposición es en la Sala Antiquarium
Pza de la Encarnación, 37
SEVILLA