¿Que en Venezuela el Jefe de Estado reprime las críticas dirigidas contra él? Pues en España, con o sin razón, Otegui fue a la cárcel por afirmar que el rey (o sea, nuestro Jefe de Estado) era el ?jefe de los torturadores??. ¿Que en Venezuela se han cerrado medios de prensa y de comunicación?
Pues en España, con o sin razón, se clausuró Egin y Egunkaría en el País Vasco, alguna emisora de la COPE en Cataluña, y en la Comunidad de Madrid se cerraron otras veinte, en este caso, según informó ABC, por incumplimiento de la ley. ¿Qué en Venezuela hay gente en la cárcel por delitos de opinión? Pues en España, con o sin razón, el asesino De Juana Chaos, habiendo saldado su cuenta con la justicia, fue condenado a doce años de cárcel por un par de artículos en los que, según afirmó la prensa, se vertían amenazas contra los jueces.
¿Qué en Venezuela hay presos políticos? Como en España, donde con o sin razón, fueron condenados Tejero, Miláns del Bosch y otros, por haber cometido el delito político de intentar un golpe de Estado. ¿Qué en Venezuela han sido despojados de sus cargos electos algunos opositores al chavismo? Pues en España, con o sin razón, han sido destituidos numerosos alcaldes democráticamente elegidos en el País Vasco, por su presunta vinculación con el terrorismo etarra. ¿Que en Venezuela se reprime con dureza las manifestaciones?
Pues en España, con o sin razón, la policía se emplea bien a fondo, tal como se puede constatar viendo imágenes por youtube, donde abundan numerosos ejemplos por distintas zonas geográficas y protagonizados por diversos cuerpos de seguridad. ¿Que en Venezuela la justicia está politizada? Pues en España, desde los tiempos de Alfonso Guerra el poder judicial se divide abiertamente entre jueces progresistas y jueces conservadores, lo cual es un atentado a la independencia de la justicia.
Y, sin embargo, a nadie se le ocurre decir la barbaridad que España sea una dictadura, un régimen o un estado totalitario. Tal vez los ciudadanos de este país debiéramos mirar antes la viga propia que la paja ajena. Entre otras razones porque España y Venezuela no son comparables.
El país suramericano, a diferencia del nuestro, tiene un gobierno que sufre la conspiración de una buena parte de la oposición que no acepta a su mandatario y lucha por destruirlo por todos los medios, legales o no: golpe de Estado (abril de 2002), sabotaje petrolero y paralización de la economía para crear un descontento que tumbase el gobierno (diciembre de 2002), fuga masiva de capitales, asesinatos (masacre de Puente Llaguno, que dejó diecinueve muertos), acusación jamás demostrada de que el gobierno falsea los recuentos electorales, juego sucio desde los grandes medios de comunicación (desde donde se ha mentido, manipulado, instado a cometer disturbios, apología del golpismo y del magnicidio, e insultado a su presidente a menudo con apelativos racistas).
Todo este juego sucio está perfectamente demostrado, estudiado y documentado ampliamente por los investigadores Pascual Serrano y Eva Golinger. Lástima que la opinión pública prefiera alimentar sus opiniones a partir de titulares a menudo sensacionalistas, no contrastados y de visión sesgada. Pareciera que el goebbelsiano bulo repetido hasta la saciedad que se transforma en verdad indiscutida, fuese el axioma del oficio de bastantes periodistas.
Lo que, por otra parte la prensa convencional no suele dar, es la extensa nómina de los ingentes logros socioeconómicos del gobierno de Hugo Chávez: erradicación del analfabetismo (Fuente: UNESCO); liquidación de la deuda externa contraída con el FMI y el BM, y que el presidente venezolano heredó (Fuente: FMI); ostentación del salario mínimo más alto de toda América Latina (Fuente: CEPAL); descenso de la pobreza del 45% al 23% aproximadamente (Fuente: The center of Policy and Economy Research); ser uno de los poquísimos países del mundo que está cumpliendo los Objetivos del Milenio (Fuente: FAO); ser el país mejor situado de toda Latinoamérica en el Índice de Gini, que mide la desigualdad (Fuente: CEPAL); crecimiento del PIB en torno al 9% durante varios trimestres consecutivos, el mayor del continente junto con Perú, y uno de los mayores del mundo, junto con China y La India (Fuente: ONU).
Ante esto, la gente, voluntariamente desinformada, cree de buena fe que Hugo Chávez es un peligro para la democracia y que está arruinando a su país. Y lo cree sin saber que el origen de esta opinión masiva es la consecuencia directa de una operación mediática diseñada en la Casa Blanca: la creación de la NED (New Endowment for Democraty) por Ronald Reagan en los años ochenta para lograr conseguir mediante la manipulación de la opinión pública lo que la CIA venía realizando mediante la violencia: la desestabilización de gobiernos no afectos al estadounidense.
Una lectura detallada de la investigadora Eva Golinger (El código Chávez), o la del periodista Pascual Serrano (La desinformación: Cómo los medios ocultan el mundo) resultaría esclarecedora. Ambos libros son, como puede comprobarse, ampliamente documentados de modo riguroso.
Pero si, definitivamente la ciudadanía decidiese que el criterio de veracidad reside en el titular mediático, no quedaría más remedio que proponer a Goebbels, ministro nazi de propaganda, como patrón de los periodistas. Y se sus lectores. O al menos de una buena parte de ambos.