Según un estudio de Cáritas, aunque el desarrollo económico de la sociedad española ha aumentado, no se reduce la vulnerabilidad de la infancia nacida en núcleos pobres. La entidad reclama un sistema de protección familiar más amplio.
Cáritas Española reclama la puesta en marcha de un sistema de protección familiar mucho más amplio en nuestro país para poder combatir la elevada tasa de incidencia de los niveles de pobreza que se dan entre la población infantil.
De acuerdo con los datos recogidos en el informe “Familia, Infancia y Privación Social. Estudio de las situaciones de pobreza en España”, impulsado por la Fundación FOESSA y Cáritas Española, uno de cuatro niños españoles viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que supone que alrededor de 1,8 millones de niños viven en familias cuya renta mensual está por debajo del umbral de pobreza, es decir, cada miembro vive con menos del 60% de la media de ingresos de los hogares españoles (alrededor de 523 euros mensuales).
El estudio ha sido elaborado por los investigadores Luis Ayala y Rosa Martínez, profesores de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos, y Mercedes Sastre, profesora de la misma disciplina en la Universidad Complutense de Madrid.
Mayor crecimiento, pobreza persistente
Algunas de las conclusiones de la investigación señaladas por Luis Ayala confirman que los altos niveles de crecimiento económico registrados en los últimos años tanto en el conjunto de la UE como en el caso específico de España, “no han bastado para reducir sustancialmente las condiciones de vulnerabilidad y riesgo social de los niños pertenecientes a núcleos familiares pobres”.
Según los autores del estudio, en el caso de nuestro país llama la atención que “pese a ser uno de los países del mundo desarrollado donde la incidencia de la pobreza infantil es más elevada, no se han diseñado programas específicos para rebajar su alcance ni se le ha dado a la lucha contra la pobreza y la exclusión social de los niños un lugar preeminente entre las prioridades de la intervención pública”.
Como paradigma de la lucha contra la pobreza infantil en Europa, destaca el caso del Reino Unido, donde la decidida política de protección familiar impulsada en la última década se ha traducido en una mejora notable de las condiciones de vida de la población infantil que estaba bajo el umbral de la pobreza.
Necesidad de un sistema de protección más extenso y eficaz
Los principales factores que fomentan esta situación de vulnerabilidad de la infancia “tienen que ver, sobre todo, con la fluctuación de estabilidad laboral de los sustentadores de la familia y con el sistema de prestaciones sociales, cuyo actual concede una menor protección relativa a la infancia que al resto de la población”, señala la organización.
Según el secretario general de Cáritas Española, Silverio Agea, el hecho de que estos resultados se hayan mantenido en un contexto general favorable para la mejora de las condiciones de los hogares con niños lleva a insistir en “la necesidad de dotar de una intensidad protectora mucho mayor a la red de servicios y prestaciones destinadas a mejorar el bienestar de la infancia”.
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