Haití, Eritrea, Sudán, Zambia?? y así hasta 33 países que en estos momentos viven crisis humanitarias silenciadas. Unicef pide más implicación política para paliar la situación y garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios.
El trabajo coordinado entre ONG y organismos como Unicef permitió el año pasado vacunar a más de 1,3 millones de niños en Darfur (Sudán) y elevar los niveles de nutrición a cifras que no se veían desde el 2004, justo antes de que estallara el conflicto armado en la región. A pesar de todo, la situación en Darfur es muy inestable y la violencia en la región fronteriza con Chad ha crecido tanto en el último año y medio que la ONU se plantea mover 600 kilómetros hacia el interior del Chad a los 225.000 refugiados sudaneses que ahora están en campamentos, porque no podemos garantizar su seguridad.
Darfur es una de las 33 regiones que, según el informe 2007 de acción humanitaria de Unicef, vive una emergencia ?silenciosa?? que afecta sobre todo a mujeres y niños. ?Se trata de 33 países que viven situaciones muy graves de emergencia causadas por conflictos armados, enfermedades como el sida y desastres naturales como sequías que se repiten y provocan más vulnerabilidad entre la población??, advierte la presidenta de Unicef-Comité Español, Consuelo Crespo.
Haití, por ejemplo, es el país de América Latina con la tasa de mortalidad infantil más alta de la región a causa de la violencia y los desastres naturales. En Eritrea la población que vive cerca de la frontera vive amenazada por varios conflictos y ciclos de sequías, mientras que en Colombia miles de menores han abandonado sus casas huyendo del conflicto armado y muchos han sido reclutados como niños-soldado y en Zambia aumenta el número de menores huérfanos a causa del VIH/Sida.
Para hacer frente a todas estas crisis Unicef afirma que necesitará durante este año 2007 635 millones de dólares, ?una cifra baja si se tiene en cuenta lo que se gasta en pocas horas al día para desarrollar todos estos conflictos??, señala Consuelo Crespo, que explica que en 2006 el organismo de Naciones Unidas recibió el 53% de los fondos prometidos por la comunidad internacional.
?Conocemos las causas de la pobreza a nivel local, nacional y supranacional, y conocemos las estrategias para solventarla. El problema es la falta de voluntad política para llevarlo a cabo??, añade la presidenta de Unicef.
Esto es así porque las emergencias se dan en países que no acaparan la atención de los medios de comunicación, apunta Silvia Gaya, asesora técnica de emergencia de Unicef, que afirma que ?si no conseguimos el dinero que necesitamos tendremos nuevas crisis y deberíamos contemplar otras soluciones, como coger fondos de los programas de desarrollo para cubrir las necesidades de los programas de emergencia??.
Inseguridad para los trabajadores humanitarios
Silvia Gaya está desde hace algunos meses en Barcelona pero durante un año y medio trabajó sobre el terreno dando apoyo a la población de Darfur que huye de la violencia y llega a los campamentos de desplazados instalados en Chad. Desde su experiencia, advierte que la violencia contra los trabajadores humanitarios ha aumentado en los últimos tiempos. De hecho, ella fue víctima de uno de estos actos de violencia mientras trabajaba en Chad.
En total, durante 2006 murieron 12 trabajadores humanitarios de organismos de la ONU en el mundo, hubo hasta 30 ataques a oficinas de Naciones Unidas y cerca de una treintena de intentos de asalto a vehículos de estas agencias, que en varias ocasiones acabaron con varios trabajadores humanitarios heridos.
Como señala Consuelo Crespo, ?en estas circunstancias es imposible trabajar y la comunidad internacional debería responder para evitar que suceda??.
?Pedimos más apoyo a las tropas internacionales de instituciones como la Unión Africana o la Unión Europea para las situaciones en las que los Gobiernos locales no pueden proteger a la población ni a los actores humanitarios??, agrega Silvia Gaya, que explica que a los problemas de seguridad se suman otras situaciones, como ?el intento desesperado de los trabajadores humanitarios para asistir a la población?? y ?la radicalización de las posiciones en los países occidentales??.
?La publicación de las caricaturas de Mahoma, por ejemplo, provocó que el personal humanitario en Chad fuéramos apedreados. No teníamos culpa del incidente pero sufrimos las consecuencias de este sentimiento de falta de respeto a la cultura de otras zonas??, explica Silvia Gaya.
Mejorar la situación de los niños desde las mujeres
En los campamentos de refugiados de Darfur, como en otras zonas de emergencia, los grupos que más necesitan asistencia son las mujeres y los menores de edad, según Unicef, que en su último informe sobre El Estado Mundial de la Infancia destacaba la importancia de la igualdad de género para mejorar la calidad de vida de la infancia.
Según Consuelo Crespo, en la actualidad ?es imposible lograr los derechos de la infancia si las mujeres tampoco han accedido a ellos??. Por eso, concluyen desde Unicef, es importante empoderar a las mujeres, ?convertirlas en protagonistas para tirar adelante proyectos de desarrollo?? y aprovechar sus fortalezas para mejorar la situación de los menores.