Tal como han dejado en evidencia algunos estudios recientes sobre el tema (véase este artículo de Fortune), la substitución del hombre por parte de las máquinas es ya una realidad, y dentro de pocos decenios las profesiones de menor contenido intelectual las desempeñarán robots. Pese a la posibilidad de “liberar” finalmente a millones de personas del yugo de empleos alienantes (será por lo tanto deseable un sistema de enseñanza en condiciones de preparar a las nuevas generaciones para esta libertad profesional, en la que serán claves la originalidad y una mayor conciencia propia), uno de los probables efectos a medio plazo de este cambio tecnológico parece ser un aumento del número de desempleados, sobre todo entre los trabajadores menos cualificados. Consecuencias fácilmente previsibles: un ulterior incremento de las desigualdades en la distribución de la renta, además de un incremento de la inestabilidad social. ··· Ver noticia ···
Una renta para todos: entrevista a Daniel Raventós -- Daniel Raventós
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