Alycjia Tysiac pertenece a la clase obrera polaca. Ganó un juicio contra Polonia ante el Tribunal Europeo de los derechos humanos, debido a la negativa de practicarle un aborto por motivos graves de salud, cuando la ley polaca contempla esta excepción. ¡Es la primera vez!
El conjunto de la clase política polaca considera el hecho de demandar a su país ante la justicia europea como un acto escandaloso e inconcebible. La Iglesia católica no apreció su comportamiento. Lanzaron una campaña de difamación contra ella.
Alycja, que está casi ciega, vive con sus tres hijos, una de ellos es Julie que ahora tiene nueve años, y su marido que pasa largas temporadas sin empleo.
Hoy Alycjia pide el bautismo para su hija Julie que es la única en su clase que no esté bautizada. Julie sufre al sentirse excluida por sus compañeros. Pero le niegan el bautismo.
Unas mujeres bretonas que han apoyado a Alycjia en sus luchas le prometen que Julie podrá ser bautizada en Bretaña. Vinieron a verme a París. ¿Cómo podría negarme a celebrar este bautizo?