Genuflexiones, solemnidad, canto gregoriano, latín. Estos elementos y un rito caduco desde hace más de 40 años compusieron la ?exaltación del Santo Sacrificio de la Santa Misa?? que se celebró en la iglesia de San Luís de los Franceses. El Papa Benedicto XVI permite celebrar el rito Romano Tradicional a partir de ayer, como consecuencia del documento motu proprio que Ratzinger publicó el pasado 7 de julio.
Este nuevo viejo rito misal ?el rito tridentino- se caracteriza por la solemnidad y pomposidad del mismo. El cura que oficia, vestido con la planeta ?túnica sin mangas- y con el bonete ?gorra negra de cuatro picos-, está casi todo el tiempo de espaldas, mientras los monaguillos, también vestidos folclóricamente permanecen casi toda la isa arrodillados.
Dos lugares
De momento, sólo dos iglesias en el mundo han solicitado resucitar el antiguo rito tridentino. Uno es en el Santuario de Loreto, en Italia, lejos de Roma. El otro es en Madrid, en la iglesia San Luís de los Franceses, en mitad del barrio de Salamanca, zona sociológicamente pudiente de la capital de España.
Antigua celebración
La misa tridentina recupera la antigua celebración de la eucaristía, cuando el sacerdote oficiaba para Dios y los asistentes eran los testigos. Tras el Concilio Vaticano II y las reformas de la Iglesia de los años 60, se cambió el concepto y se empezaron a celebrar misas para la gente.
Sectores conservadores
Sin embargo, algunos sectores eclesiásticos más conservadores nunca aceptaron las decisiones del Concilio y siguieron con los viejos ritos y oficiando en latín. El arzobispo francés Marcel Lefebvre lideró este movimiento hasta que a finales de los 80 Juan Pablo II lo excomulgó. Sin embargo, este grupo siempre contó con la simpatía del actual Papa Benedicto XVI y ahora les hace un guiño permitiéndoles que celebren misas en latín.
Ambiente
A la misa de ayer acudieron los vecinos de la zona, la mayoría de la clase alta, pocos jóvenes, apenas un par de niños. Y aunque la iglesia estaba a media entrada parecía que entre los feligreses y el sacerdote, el catalano-argentino Raúl Olazábal, había una conexión especial.
Homilía
La homilía trató sobre el dolor y el sacrificio. El cura aseguró que a través de ellos se llega a Dios. Citó el viejo Concilio de Trento, que Benedicto se empeña en recuperar, en el que se dijo que el único sacrificio agradable a Dios era la celebración de la eucaristía católica.
No faltaron los medios de comunicación. Bueno, concretamente la televisión de Esperanza Aguirre, Telemadrid. Al único que se echó de menos en la Iglesia San Luís de los franceses fue a Jesús de Nazaret.