«Sometido a los golpes del destino
mi cabeza sangra, pero está erguida».
William Ernest Henley
Cada día nos trae su pan. En esto creo, creemos los cristianos, que confiadamente lo pedimos en la oración del Padrenuestro.
El pan que recibimos no es solamente el pan de trigo o de maíz, ese que, fruto de la tierra y del trabajo de hombres y mujeres, llega a nuestras mesas a veces abundante y tantas otras escaso, pero que compartimos en familia o comunidad agradecidos y comprometiéndonos a que llegue a todos. ··· Ver noticia ···
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