Una democracia enferma… Una democràcia malalta… -- Comunidades Cristianas Populares de Valencia

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CCP

Las CCPs de València, ante la progresiva inhibición de la ciudadanía, hacia la participación democrática ?que se ha producido, claramente, en los comicios europeos últimos-, queremos manifestar nuestra preocupación y llamar a la concienciación de los cristianos como ciudadanos y a la responsabilidad de los políticos.
-En primer lugar sigue detectándose un descenso en la participación ?del 45.5% de promedio, en 2004, al 43.0% en 2009, en nuestro país-, que no puede atribuirse ?sólo y ya sería preocupante- a que Europa ?no interesa?? a los electores… europeos.

-En segundo lugar los programas electorales tampoco han ayudado y el proyecto europeísta no ha sido bien explicado a los ciudadanos, a los que ha llegado un mensaje electoral de puro ?trámite??.

-En tercer lugar, las elecciones europeas en buena parte de los países ?entre ellos España- se han presentado en clave ?nacional?? y los debates han derivado en los enfrentamientos partidistas habituales.

-Además, en nuestro caso, hemos asistido perplejos al intento de limitación de la participación democrática, contra ciertas formaciones, que podían resultar incómodas a las mayorías ?nacionales?? ?PSOE y PP-. Por suerte, el Tribunal Constitucional ha corregido una tal pretensión, poniendo en evidencia la precariedad jurídica de la ley de partidos, pactada ?precisamente- por PP-PSOE.

-También hemos sido testimonios de las graves acusaciones, que los tribunales de justicia han imputado a determinados cargos políticos relevantes ?caso de Italia y España- y que, con todo, no les han supuesto penalización alguna en las urnas, lo cual ha sido aprovechado por algunos de los imputados, para exhibir, sin rubor, una prepotencia inaudita y desafiante.

-Finalmente, de los resultados de los comicios, no pueden esperarse ?lamentablemente- unas políticas favorecedoras de una mayor justicia social, del necesario pluralismo democrático y de la atención a los más desasistidos de nuestra sociedad: los marginados, los sin trabajo y los immigrantes.

Por todo eso, pensamos que la nuestra ha derivado en una democracia enferma y que habrá que realizar un esfuerzo compartido por el cuerpo social mayoritario, para recuperar la confianza en el sistema y las políticas de justicia y progreso. A la vez que denunciamos una práctica poco o nada ética, en algunos políticos, que desprestigian gravemente el ejercicio de las responsabilidades públicas y a las instituciones democráticas.

Y aún como cristianos -además de ciudadanos- encontramos en falta las oportunas reflexiones de nuestros pastores, tan atentos a hacer declaraciones públicas y solemnes, desde la Conferencia Episcopal, en relación a temas bastante más opinables, que la pervivencia de las bases jurídicas y morales de una convivencia en paz y justicia, -especialmente a favor de los más necesitados- imprescindibles para garantizar la supervivencia de la democracia, la dignidad de las personas y la defensa de los derechos humanos.

Comunidades Cristianas Populares de València ?CCPs-, junio del 2009