Enviado a la página web de Redes Cristianas
Nadie puede dudar, ni los mismos que lo están promoviendo, que, desde los poderes en la sombra, aunque ya visiblemente, se está intentando enterrar la vital Democracia. Como así lo demuestra los innumerables hechos que ya se están sucediendo a nivel mundial
Se podría afirmar, sin duda alguna, que el pueblo venezolano ha logrado conseguir y cosechar, a pesar de las continuas y graves agresiones de las ultra derechas y de los innumerables y constantes desprestigios mediáticos a nivel mundial, uno de los mayores valores democráticos que puedan conseguirse a nivel mundial. Como así lo demuestran el empoderamiento de los miles de consejos comunales existentes en el país y que ya manejan el 40% del presupuesto nacional, también el elevado nivel de los vitales servicios sociales, públicos y gratuitos, como la sanidad, la educación y la vivienda. Así como la alimentación asegurada para aquellas personas o familias en alta situación de riesgo. Y otras conquistas más. Todo un ejemplo a seguir, a pesar de los bulos y mentiras que, continuamente, se arrojan sobre ella.
Es fácil observar cómo el Neoliberalismo-capitalista, amante de las guerras de poder, verdugo de los pueblos originarios de África y Latinoamérica, colaborador o permisivo del inhumano genocidio palestino y alérgico a la verdadera Democracia, por mucho que presuma de ella, achaca sus propios defectos democráticos y de desigualdades sociales a una noble, democrática y pacífica Venezuela, para así ocultar, ante los ojos del Mundo, su oscura perversidad al mismo tiempo que se la traslada a la digna Venezuela.
Jugada perfecta. Como así se demuestra con el aparatoso despliegue militar de EE. UU. hacia las costas venezolanas, achacándola de narcotraficante, cuando es sabido que más del 90% de la droga procede del Pacífico. Se pretende ocultar la verdadera intención del conflicto: apoderarse de sus Recursos Naturales, suspender sus conexiones con los BRICS y acabar con su democracia protagónica, no vaya a suceder que se “contagien” otros países.
Ese siniestro poder en la sombra acaba de sepultar el decadente prestigio de los “Premios Nobel”, otorgándosele el de la Paz, a María Corina Machado, una individua que acumula, precisamente, todos los valores contrarios a una persona pacífica, pero si amante de la violencia, las guerras, las conspiraciones, las mentiras, el odio y la perversidad. Una persona amante del poder y enemiga de la democracia. Una persona que, por su estatus económico y dinástico, se cree la propietaria de Venezuela, tal como la adueñaron sus ancestros. Una persona que no tolera la democracia ni la PAZ.
¡Ah, si Nobel levantara la cabeza! …
Comité Oscar Romero de Cádiz (España).