¿Qué opina Usted de lo que hemos de llamar, no queda más remedio, el retorno de la guerra de Líbano?
Es una acción criminal, un desprecio por los Acuerdos de Ginebra, una violación del derecho humanitario, un castigo colectivo del pueblo libanés. Esta guerra colonial reclama la condena más firme.
No olvido que Gaza sufre bombardeos incesantes de parte del ejército israelí ni tampoco sus comandos asesinos.
Si la meta perseguida por los israelíes es legítimo (asegurar la seguridad de sus habitantes en el norte del país) ¿lo son los medios empleados para ello, en su opinión?
Si se busca la seguridad, se busca hacer la paz y no la guerra. Esto supone negociar con los palestinos, los sirios, los libaneses. Sabemos desde hace tiempo lo que hay que negociar: la retirada del ejército israelí de los territorios ocupados, la evacuación del Golán y de las granjas de Sheba, el desmantelamiento de las colonias, la cuestión del derecho al retorno de los refugiados, la cuestión del agua, el reparto de Jerusalén, la liberación de los presos.
Hay más de 8000 prisioneros palestinos, entre los cuales se encuentran cientos de mujeres y niños, y decenas de libaneses, entre ellos el militante comunista Samir encerrado desde hace 25 años.
Elegir la guerra antes que la negociación política es arriesgarse a caer en un callejón sin salida.
Nunca se ha visto a un ejército vencer a una guerrilla.
Una vez más, la comunidad internacional se revela incapaz de conseguir una solución del conflicto. ¿A su juicio, a qué se debe esta incapacidad de la comunidad internacional?
El objetivo de la Casa Blanca es construir un «Gran Oriente Medio» y crear con el gobierno israelí las condiciones para un cambio regional. ¿Quién se opone a esto? Ahí es donde yo veo el origen de esta incapacidad de la comunidad internacional.
Declaraciones recogidas por Olivier Galzi
