Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa.Francisco
Jesús necesita la ayuda de otro hombre para proseguir su camino. En su lento caminar junto a aquel hombre, Simón recibió de aquel rostro, sereno en su dolor, una mirada de silenciosa gratitud que lo transformó profundamente. Nuestro Dios tiene necesidad de nuestra ayuda. No es fácil saber concretamente cómo obrar; cómo poner nuestras vidas en relación con las vidas de los demás, que, sin saberlo, nos necesitan.David María Turoldo ··· Ver noticia ···
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