ramonmolinanavarrete
Es acabar la Semana Santa y a uno le surgen demasiadas preguntas.
La expectación ha sido grande. Los hoteles llenos. Los turistas por miles. Los bares y restaurantes a rebosar. Los penitentes y nazarenos numerosos. Los costaleros y portadores superándose. Las mantillas primorosas. Los tronos y pasos bien presentados. Las bandas, filarmónicas, agrupaciones musicales y demás, en gran cantidad, incansables y estupendamente ensayadas. Los cortejos recreándose en la parsimonia. Ver noticia original en …