La situación en la que se encuentra Somalia, debida a la severa sequía, afecta a grandes zonas del país, aunque se manifiesta más intensamente en Mogadiscio, según un testimonio al que ha tenido acceso Manos Unidas. Aquellos que todavía permanecen en Somalia son los más pobres, los que no tienen ninguna posibilidad de huir del país; se quedan en Somalia para vivir o morir. Los que han tenido la oportunidad, se han dirigido a Kenia y a Etiopía.
La ONG Manos Unidas ha recibido el siguiente testimonio desde Mogadiscio. Por motivos de seguridad, no se facilita ningún dato acerca de la fuente.
La situación en la que se encuentra Somalia, debida a la severa sequía, afecta a grandes zonas del país, aunque se manifiesta más intensamente en Mogadiscio. Aquellos que todavía permanecen en Somalia, son los más pobres, los que no tienen ninguna posibilidad de huir del país; se quedan en Somalia para vivir o morir. Los que han tenido la oportunidad, se han dirigido a Kenia y a Etiopía.
La gente en Somalia está viviendo unos momentos muy difíciles, especialmente los niños, las mujeres y los ancianos. Aquéllos a los que nosotros atendemos llegan desde Kismaayo, del alto y bajo Juba, de Bay, de Baqol, de Muduq, del medio y alto Shebelle…
La situación más grave es la de los agricultores quienes, debido a la sequía, hace dos años que no pueden cultivar y el terreno está seco.
Los pastores nómadas no encuentran pastos para sus animales. La mayor parte del ganado ha muerto de hambre y de sed. Los pozos se están secando, también los ríos. Tienen pocas esperanzas, por que los animales eran su único recurso.
En el pasado, estas personas contaban con la ayuda de diversas ONG distribuidas en los distintos territorios. Ahora, ninguna de ellas trabaja ya en el país. Tuvieron que huir… por miedo y por las amenazas del régimen extremista islámico de Al-Shabab, que no permite la entrada de ayuda internacional, por lo que la gente no tiene medios de subsistencia. (*)
La guerra lleva años aniquilando a Somalia e impide cualquier forma de ayuda y de progreso… La red sanitaria es también inexistente.
En esta situación, la malnutrición causa estragos en una gente agotada… Intentan salir del país animados por el deseo de salvar sus vidas, pero no siempre consiguen llegar a su destino. Las madres emprenden la marcha con sus hijos. Son muchos los kilómetros que los pequeños deben caminar, las fuerzas fallan, no se sostienen… Una madre emprendió el camino a Mogadiscio con sus cinco hijos; llegó solo con el pequeño, a quien amamantaba y llevaba en brazos. Los otros fueron quedando atrás…
Pero en medio de tanto dolor, sigue habiendo lugar para la humanidad.
La gente anda kilómetros y kilómetros a pie, siempre con la esperanza de que alguien tenga misericordia y les lleva en su camión. Muchos lo hacen. Trasladan en brazos a los más débiles (niños, madres y ancianos) y los acercan en sus vehículos a los lugares donde pueden recibir ayuda.
Uno de estos camioneros trasladó en su vehículo a gente que llenaba los bordes de la carretera, agotados y sin fuerzas, y los dejó cerca del hospital, en Mogadiscio. Al principio se pensó que estaban todos muertos, porque no podían ponerse de pie y se quedaron tumbados en el suelo. La gente se movilizó rápidamente intentando recuperarles. Casi milagrosamente uno tras otro fueron abriendo los ojos y volvieron a la vida.
Viendo a estas personas yo me pregunto, dónde están los jóvenes. Eso es lo que más impresiona. No están aquí ni están en las aldeas. ¿Han huido? ¿Están muertos? ¿Se han unido a los Al-Shabab?
La gente se desplaza en dos direcciones: unos hacia donde está el gobierno y donde pueden recibir algo de ayuda, y otros, a la zona controlada por Al-Shabab, en una radio de 50km., donde se ha abierto un campo de refugiados para atenderles. Al-Shabab no dispone de muchos fondos propios, pero obligan a la gente a pagar un impuesto para ?ayudar a sus hermanos??. Hacen colectas entres los comerciantes, entre los jóvenes estudiantes, en sus propias escuelas, en los hospitales y medios de transporte… Ahora han permitido la entrada de la ayuda internacional, pero son ellos los que se encargan de distribuirla. La pregunta es, ¿cómo? En estas situaciones permiten trabajar en grupos pequeños sin crear problemas…
Ahora mismo necesitamos tiendas para dar refugio a estas familias. Una tienda por familia??una tienda de plástico se puede encontrar en Mogadiscio y cuesta 25 euros.
Además, se les proporcionará ayuda de emergencia: comida y medicinas. La mayoría de estas personas tienen tuberculosis pulmonar, una enfermedad muy extendida, incluso entre los niños.
Esta es la situación actual de Somalia, cualquier ayuda es válida, tanto para las carreteras como para las tiendas, la agricultura o la escuela.
Y después de la emergencia, es mucho lo que hay que hacer, en nuestra escuela, en el campo… Toda ayuda será bienvenida.
(*) El 20 de julio Al-Shabab, grupo islamista cercano a Al Qaeda, que quiere imponer la ley Sharia en todo el país, abrió las fronteras a la ayuda.
Manos Unidas ha abierto una cuenta de emergencia para dar respuesta a las peticiones de ayuda que se empiezan a recibir desde el cuerno de África.
BANCO POPULAR
Cta. Nº 0075 – 0001 – 85 – 0606786759
REF: EMERGENCIA CUERNO DE ÁFRICA
La recaudación no solo se va a destinar a Somalia (donde el trabajo de las ONG es complicado), sino a las peticiones que lleguen desde otros países afectados por la sequía y la escasez de alimentos en la zona. En los últimos años, Manos Unidas ha apoyado algún proyecto esporádico en Somalia, pero ha trabajado intensamente en Kenia, Etiopía o Sudán.