Cinco chispazos de Isabelita-Chabelita.
Ahora en junio ha fallecido Isabelita nuestra querida hermana del Adolfo Reyes. Ella está bien Viva en Dios y en nuestros corazones con todo lo que sembró en nuestras vidas con su vida. Dios nuestro Padre querido le concedió vivir 99 años, aunque según su propia familia, lo más probable es que tuviera 101 años al emprender el último viaje con Jesús que vino por ella para llevarla a la Casa de Dios nuestro Padre querido.
1er. Chispazo: Caminadora incansable. Menudita y de apariencia frágil, pero a sus 74 años caminó íntegro el Viacrucis de Jalapa a Managua-315 km. Igual que hicieron otras dos Mujeres que pasaban de los 70 años, Chepita de la 14 y Monchita del Reparto Shick. Ellas no tenían zapatos tenis, menos Adidas, y con sus chinelitas y con muchas ampollas caminaron fielmente hasta el final. Un médico amigo, recién recibido, el Dr. Jorge Cuadra nos acompañó en el Viacrucis y fue curando sus pies llagados. Yo les decía: me las llevo en la camioneta a Managua, pero ellas tres nunca lo aceptaron y siguieron fielmente caminando hasta Managua. En ese Viacrucis profético por la Paz, por la vida y contra el terrorismo del gobierno norteamericano. Los domingos le ofrecía yo llevarla de la Capilla a su casa en la camioneta, pero ella me decía: Mejor me voy caminando, me hace bien. Y así Isabel, Chabelita caminó toda su vida siguiendo fielmente a Jesús.
2º.Chispazo. Trabajando hasta el final. Rosa, su nieta (todos pensábamos que era su hija) trabaja cada día en el puesto de la Escuela cerca de su casa y como coordinadora de las CEB de su barrio va a las reuniones semanales de las CEB. Dayana la nietecita de Isabel, en realidad es bisnieta, va a estudiar a la Normal y claro la acompaña en todas las actividades de las CEB como su bastoncito. Ellas salen y Doña Isabel Gómez, Chabelita, se queda en la casa ¿descansando??? ¡Qué va! Ella vende, trabaja vendiendo los palitos de leña. Recuerdo que a veces al llegar a su casa en vez de tocar y gritar su nombre, yo gritaba: Leña?? y ella salía prontito a venderla leña. Así a sus 99 años Chabelita seguía trabajando y seguía participando en las Eucaristías y en las reuniones de las CEB y especialmente en las de la Tercera Edad, aunque ella ya estaba en la 4ª o 5ª Edad.
3er.Chispazo.Conservando el buen humor y la cordial acogida.
El año pasado Chabelita cumplió sus 98 años y para celebrarlo pidió tener una piñata en su casa. Su pequeña casita se llenó con sus compañeras y amigas del grupo de 3ª edad de las CEB. Cantamos, reímos y a la hora de la piñata, Chabelita dio sus pasitos de baile como es nuestra costumbre y sonriendo le dio 2 o3 palos a la piñata. Luego siguió la fiesta con sencillo refrigerio. E Izael, alegrando la fiesta le cantó una cancioncita enamorándola. Con sorpresa de todos, Chabelita le contestó con otra canción: Recuerde que soy casada y tenga precaución. Y así era Chabelita, con su cabecita blanca despejada hasta el final, con su mirada cariñosa y sonriente, y también con su sal de buen humor, y siempre muy acogedora.
4º. La despedida en Pentecostés. En todos los eventos fuertes y a veces largos como en la Celebración de Mns. Romero, en la Navidad de las CEB o en el Saludo a la Revolución, siempre nos acompañaba y participaba Chabelita, Doña Isabel. Este año, pocos días antes de su muerte, ella participó en la celebración de Pentecostés que fue larguita, casi 4 horas, pues se presentaron murales de las CEB y Proyectos, hubo dinámicas y Acto Cultural, una charla del P. Rafael y luego la Eucaristía. Todo como expresión de la Acción del Espíritu Santo en el caminar de nuestras CEB.
Alguna gente se fue antes del final por su salud o por su edad, pero Chabelita, como despidiéndose de nosotros en esa gran fiesta de Pentecostés, decimos cumpleaños de la Iglesia, se quedó hasta el final. Se despidió Chabelita y sigue presente en nosotros como un don, como un regalo de Dios en nuestras vidas, como una expresión viva, un testimonio viviente del Evangelio vivido en nuestras Comunidades (CEB). Por eso con alegría y mucha gratitud celebramos la Misa de su funeral, y ella calladita, sonriente, con su paso pequeñito, pero siempre caminando sigue presente en nosotros y nos sigue acompañando en el camino siguiendo a Jesús fielmente.
Del Equipo de Servicios CNP. Comunidades Eclesiales de Base de Nicaragua