Y como la historia suele repetirse
como la imagen en el espejo del tiempo
les dejo mis instrumentos de tortura
que yo heredé a su vez de la santa inquisición
y que perfeccioné con la tecnología de hoy
dejo la picana eléctrica y su respectiva batería
dejo las bolsas de nylon para el submarino seco
dejo un estanque con agua para el submarino húmedo
el pau de arará cigarrillos para que los apaguen en la piel
dejo ratones para que los introduzcan en las vaginas
y perros adiestrados para que se violen a los desgraciados.
Dejo mi máscara de bueno cuando me tocó ese papel
dejo mi máscara de malo cuando tuve que actuar como tal.
Me habría gustado dejarles las miradas de horror de mis víctimas
sus alaridos sus súplicas el poder de sentirse dueño de sus vidas.
Les dejo todo lo que hice por amor a la patria
contra el enemigo interno ese cáncer que hay que extirpar
les dejo mi grado militar y este pasearme tranquilo por las calles
buscando un rostro que me hiciera recordar mi poder
poder que delego en quienes bien saben lo que tienen que hacer
y no los nombro por motivos de seguridad .en esta democraCIA.
Les dejo la complicidad de los que se hicieron los lesos
diciendo que esto no pasaba en nuestro país
son tan necesarios como las nubes a la lluvia.
Por último les dejo la carta de derechos humanos
con la que me limpié el poto y también les dejo
la frase apremios ilegítimos que suena mejor que tortura.