Testamento de la Naturaleza -- Osvaldo Ulloa Sánchez, poeta (Chile)

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Les dejo de lo poco que me queda el sonido del viento
atravesando el follaje de los altos álamos
les dejo el mar como un espejo del cielo
que ustedes fueron opacando con petróleo y desperdicios
les heredo la cadenas de montañas
donde acababa la mirada de ustedes
para que entiendan que todo tiene límite.

Como herencia dejo también el piar de las aves
escondidas en los rincones sin contaminación.
lego el viento leve y el intenso
siéntanlo como la caricia que les recuerda
que están vivos y despiertos.

Les dejo la humedad del rocío sobre las flores
para que recuerden como deben ser las caricias
y los besos cuando se inaugura el amor.

Les dejaría muchas cosas más la transparencia del aire
el ruido de los ríos cuando es invierno
bosques donde se encuentran los espíritus ancestrales
la inmaculada blancura de la nieve
distintas especies de animales y de flora
los relámpagos que subrayan el instante
pero ya ven ustedes me han convertido
en una vieja harapienta a la que le queda poca vida
y desgraciadamente también a ustedes que son parte de mí.